México

Encuentro en México por Antonio PÉREZ HENARES

Encuentro en México por Antonio PÉREZ HENARES
Encuentro en México por Antonio PÉREZ HENARESlarazon

Los viajes suponen encuentros. Sobre todo son encuentros. Y en el norte de México acabo de tener uno fascinante. Un encuentro con la Prehistoria. No conocía la región al sur del río Bravo: Nuevo Laredo, Nuevo León y Coahuila . Es terreno de ranchos y de caza , el ciervo de cola blanca, el pecarí, el jabalí, el guajalote, de coyotes y hasta pumas. Pero lo que me vino al encuentro fueron cazadores de hace milenios. En esas tierras llanas del nopal y del mezquite, en esos suelos secos, dirigido y encaminado por doña Norma, la esposa de un ranchero, Javier Garza, fui a dar con un auténtico tesoro. Desde la Prehistoria afloran los restos de las labores en pedernal de aquellos primitivos cazadores que con arco, azagaya y lanza recorrían aquellos parajes y entre lascas y trabajos fallidos por un golpe menos certero, se pueda dar con la punta perfecta y lista para ser acoplada al astil de cada arma.
Especialistas y doctores en la materia me dirán ahora lo que ellos saben y yo ignoro sobre etnias y dataciones. No dejó de hacerme sonreír que esa Prehistoria a la que he dedicado cuatro novelas reclamara mi atención más que el hecho cinegético actual y que la familia de los propietarios lleve por apellido el de garza, mi ave predilecta, y que está precisamente en el último titulo que acaba de ser reeditado en bolsillo, «El hijo de la Garza», la continuación de «Nublares». Vamos que es como para creer en el destino. La Prehistoria de México no sólo son las culturas neolíticas y teocratita de teotihuacanos, olmecas, mayas o aztecas y sus impresionantes pirámides sino esta huella paleolítica, humilde y libre, de los cazadores nómadas.