NBA
El anillo como liberación
Los ilustres veteranos de Dallas sumaron por fin su primer título. LeBron James deberá seguir esperando
A pocos segundos del final, con los Heat ya rendidos, Nowitzki y Chandler se quedaron paralizados en el centro de la pista llevándose las manos a la cabeza. Podía parecer que acaba de ocurrirles una desgracia, pero el gesto significaba todo lo contrario. Se habían dado cuenta de que estaban consiguiendo el éxito que tanto habían esperado y por el que habían luchado durante la mitad de su vida. Los Mavericks tenían en la mano su mayor aspiración, el anillo de la NBA, y de tanto desearlo no supieron cómo empezar a celebrarlo.
Después de ganar con claridad el sexto partido de la serie, el título era suyo, pero no hubo ni saltos, ni gritos. Sólo felicidad contenida y gestos de reconocimiento y liberación. Se notó que los nuevos campeones son un grupo de ilustres veteranos, que respetan la esencia del juego y se habían comprometido este curso para subir, por fin, a lo más alto.
Jason Kidd (38 años) y Nowitzki (33) acumulaban entre ambos más de dos mil partidos, pero todavía tenían los dedos desnudos. Temían pasar a formar parte del club de grandísimos jugadores a los que el destino les negó el reconocimiento del máximo éxito. El base ya había disputado dos finales con los Nets y el alemán ya sabía lo que era quedarse a un paso de ganar la NBA y el Eurobasket. Jason Terry, otro viejo rockero, se había tatuado el trofeo en el bíceps derecho, para no olvidarse en ningún momento del objetivo que se había marcado la franquicia tejana. Por si alguno se despistaba, ya estaba el propietario, Mark Cuban, para animar a sus chicos en cada encuentro desde la primera fila. Es el dueño más forofo de la Liga, y en sus once años al frente de la franquicia ha pagado más de un millón de dólares en multas por sus excesos verbales con los rivales, los árbitros o la NBA.
El crecimiento deportivo de los «Mavs» con él al mando es evidente, pero su felicidad no era completa hasta ayer, cuando entró al vestuario para abrazar a sus estrellas y fotografiarse con el trofeo Larry O'Brien. Como no podía ser de otra forma en el cuento de hadas de los Mavericks, el MVP de la final fue Dirk Nowitzki, otra vez decisivo en el último cuarto.
Miami no alcanzó la cima en el primer intento con el «big three». LeBron, que acabará ganando el anillo, perdió su segunda final y todo Cleveland lo celebró.
Ficha técnica:
95 - Miami Heat (27+24+21+23): Wade (17), Chalmers (18), Anthony (-), Bosh (19), James (21) -cinco inicial-, Howard (-), House (9), Miller (-) y Haslem (11).
105 - Dallas Mavericks (32+21+28+24): Kidd (9), Barea (15), Chandler (5), Marion (12), Nowitzki (21) -cinco inicial-, Terry (27), Cardinal (3), Stevenson (9) y Mahinmi (4).
Árbitros: Steve Javie, Derrick Stafford, Scott Foster. Señalaron faltas técnicas a Haslem, Chalmers y Wade, del Heat, y a Stevenson, de los Mavericks. No hubo eliminados por personales.
Incidencias: Sexto partido de las Finales del baloncesto profesional de la NBA que se disputó en el American Airlines Arena, de Miami, ante 20.003 espectadores.
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