Los McLaren desafían a Alonso

Hungría acoge el último Gran Premio del temido mes de julio. Fernando Alonso era completamente consciente de que en Valencia arrancaba una de las partes decisivas del campeonato y ha manejado el desafío mejor que nadie. Llega líder del Mundial a Hungaroring y, haga lo que haga, saldrá de allí en la misma posición. El circuito acogerá mañana una carrera en la que algunos aspirantes, caso de Button, Rosberg o Schumacher, dirán adiós a sus posibilidades en el campeonato y en la que otros tienen que dar un paso al frente para irse de vacaciones con sus opciones casi intactas para seguir aspirando al título.

Los McLaren demostraron otra vez que, en condiciones normales y sin sobresaltos en forma de diluvio, vuelven a ser los más temidos por la evolución de su coche. Hamilton y Button ya saben lo que es ganar en Hungría. Por eso, durante los entrenamientos libres marcaron los mejores tiempos y dieron muestras de tener un monoplaza más evolucionado que el resto. Pero será hoy durante la sesión de clasificación y sobre todo en carrera, cuando tengan que confirmar el desarrollo del MP4/27. La otra gran incógnita a despejar será el rendimiento de los Red Bull una vez que la FIA ha descubierto la argucia técnica de su mapa motor para volver a soplar por los escapes y con eso ganar algo de aerodinámica. Lo que ya no es un interrogante es el F2012, sobre todo si quien lo conduce es Alonso.

El circuito de Hungaroring se caracteriza por su enorme abanico de curvas diferentes y la dificultad que supone adelantar. Sólo ofrece un punto claro: el final de recta. La lógica dice que la clasificación es fundamental en este escenario, porque avanzar posiciones en carrera es muy complicado. Pero eso es sólo la teoría. La estadística dice algo diferente y es que en los últimos diez años sólo cuatro pilotos que arrancaron desde la «pole» terminaron subidos en lo más alto del cajón. Por si acaso, Alonso lanzó ayer un aviso: «Aquí la clasificación es más importante que en ningún otro sitio, por lo que será importantísimo examinar cada pequeño detalle para estar lo más preparados posible».

Ferrari no sabe lo que es ganar en Hungría desde 2004, pero el piloto español está en condiciones de romper los ocho años de sequía. Además, las previsiones climatológicas apuntan a pequeños chaparrones durante la prueba que podrían enloquecer completamente el Gran Premio. Y en mojado, Alonso es todavía más superior.