Literatura

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Siri Hustvedt indaga en la comedia feminista en «El verano sin hombres»

La escritora Siri Hustvedt ayer en pleno paseo de Gracia barcelonés
La escritora Siri Hustvedt ayer en pleno paseo de Gracia barcelonéslarazon

BARCELONA- En la «Pícara puritana», Cary Grant e Irene Dunne formaban un curioso ex matrimonio. En «Sucedió una noche», Clarke Gable y Claudette Colbert vivían una inusitada relación en la carretera. En «Al servicio de las damas», William Powell y Carole Lombard protagonizaban una alocada lucha de géneros y estratos sociales. En «Una chica afortunada», Jean Arthur y Ray Milland se enamoraban cuando ella es confundida por la amante de su padre. Y en «El verano sin hombres», (Anagrama en castellano y Empúries en catalán), la escritora Siri Hustvedt recoge el testigo de aquellas «screwball comedies» de los años 30 y firma una novela que bien podría haber firmado Preston Sturges, con un personaje central, Mia, que sería el sueño de cualquier actriz de hoy día.

Problemas de género
«Si te fijas en las tragedias y las comedias de Shakespeare, no hay tantas diferencias, salvo su final. En "Romeo y Julieta"todos acaban muertos y llenos de sangre. En "Sueño de una noche de verano", acaba con tres matrimonios. Yo he querido hacer una comedia shakespiriana, basada en las películas clásicas de Hollywood y me lo he pasado de fábula», aseguró ayer la autora. El libro arranca cuando Mia Fredricksen, una poeta sin mucho talento de 55 años, ve como su marido quiere abandonarla después de 30 años de matrimonio por una mujer más joven. Esto la volverá un poco inestable e iniciará una nueva vida de redescubrimiento, en que utilizará la imaginación para sortear los complejos de género y ponerse en la piel de otras personas, coloreándolas con vidas interesantes y dramas poéticos. «No sé si a los hombres les preguntan esto, pero estoy harta que a mí me pregunten si mis libros son autobiográficos. Sólo busco una verdad emocional en lo que escribo, no una verdad narrativa o histórica», señaló Hustvedt, casada en la vida real con Paul Auster.

Su interés por la neurobiología, el psicoanálisis y los estudios de género se inmiscuyen en una narración polifónica, llena de mujeres, que viven en un mundo que las define con crueldad, sin que ellas puedan contraatacar y definir con crueldad al mundo. «A medida que pasa el tiempo, las mujeres son más libres y espero que mis nietas lo sean mucho más que yo», dijo Hustvedt, personaje ella misma de comedia antigua a lo Katharine Hepburn.