Va por ti Carlos

Como el que no quiere la cosa, servidor lleva ya 23 años dando clases en la Facultad de Derecho, sin mayor pretensión que ser un simple profesor.En la Universidad, como en la vida, te encuentras a todo tipo de gente, por lo que das valor a aquellos que siendo buenos, muy buenos, en lo suyo hacen de la discreción y el arte de facilitar la existencia una forma de ser.Así era Carlos Maluquer de Mottes, un hombre culto, inteligente, sencillo con una dosis de ironía y un saber estar propio de una exquisita educación envuelta en aire bohemio. Desde que se jubiló mi maestro, el doctor Agustín Luna, Carlos Maluquer fue mi catedrático y amigo, una de esas amistades forjadas no tanto en el día a día, si no en la absoluta confianza mutua, lo que provocó mi sincero cariño y admiración.Carlos se nos ha ido, sobre todo se ha ido para su familia y su otra familia formada por sus magníficas discípulas Mariló, Mª Rosa, Inma, Gemma, Eva, Gisela, Elena y Laura. Sentí profundamente su muerte y como siempre que muere alguien a quien quiero, como creyente, repetí un ritual. El pasado sábado encendí un puro, pedí un gin tonic, miré al cielo y pensé: «va por ti Carlos». Los consumidores de la eternidad ya tienen un nuevo adalid.