Elecciones municipales

Trias descarta cambiar el reglamento que impone el catalán en Barcelona

El PP, con nueve concejales decisivos, insta al alcalde a acatar la sentencia del TSJC

Trias alega que «siempre hay diez enfadados con el mundo»
Trias alega que «siempre hay diez enfadados con el mundo»larazon

Barcelona- El reglamento de uso de la lengua catalana del Ayuntamiento de Barcelona amenaza con incomodar el mandato a Xavier Trias. En una entrevista a Efe, el alcalde de Barcelona descartó ayer cambiar la normativa porque «es un buen reglamento, no genera problemas y, si los hay, los solventamos en la práctica». Pero Trias se olvida de que el reglamento lingüístico está en manos de los tribunales.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) suspendió cautelarmente, a un mes de la última cita con las urnas, siete de los 22 artículos del «decálogo» sobre el uso de la lengua catalana en el Ayuntamiento de Barcelona, recurridos por el grupo municipal del PP. El equipo del entonces alcalde Jordi Hereu interpuso un recurso de casación ante en Tribunal Supremo (TS) para evitar la suspensión cautelar de los siete artículos. Ahora, falta que el TS diga la suya.

El PP defiende el bilingüismo
El auto del TSJC cuestiona la «imposición» de la lengua catalana con carácter preferente en el Ayuntamiento. Los jueces de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC alegan que los siete artículos anulados «contienen mandatos concretos y específicos cuyo significado excluyente del castellano es claro y manifiesto».

Trias no lo entiende así. El alcalde considera que «hay gente que quiere convertir en un problema el reglamento del uso del catalán» y detalla que lo que se hace en el Ayuntamiento es «normalmente dirigirse en catalán», aunque «si te dicen que no te entienden, te diriges en castellano».

El reglamento lingüístico, que fue aprobado hace un año y medio con el apoyo de todos los grupos municipales, a excepción del PP, impone el monolingüismo de facto. Señala que el Ayuntamiento debe emplear el catalán en todas sus comunicaciones administrativas, orales y escritas, a menos de que el ciudadano pida que se le atienda en castellano.

Trias es de los que defiende que «hablando se entiende la gente». Explicó que lo que se intenta en el Ayuntamiento es «no hacer un feo si alguien quiere algo especial y lo pide», y lamentó que «siempre hay diez enfadados con el mundo». Pero el presidente del grupo municipal del PP no lo ve igual. Alberto Fernández avisó a Trias de que las sentencias están para cumplirlas y que si el TS resuelve suspender una parte del reglamento que impone el catalán en Barcelona no puede hacer oídos sordos. Fernández insistió en que el articulado lingüístico «es una regulación que va en contra de la libertad lingüística porque discrimina una lengua sobre otra –en este caso, el catalán se impone sobre el castellano–».

El presidente del grupo municipal del PP defendió que «es necesario garantizar el derecho de los ciudadanos de ser atendidos por la administración de forma bilingüe, así como que todos los documentos, comunicaciones e impresos se redacten en ambas lenguas». Fernández no quiso aventurar qué hará el PP en caso de que el TS le de la razón y Trias descarte cambiar el reglamento. No avanzó si el PP podrá como condición para apoyar los presupuestos de Trias que CiU reedite una normativa bilingüe. «No quiero hacer futuribles», zanjó, consciente de que el gobierno está en minoría y sus nueve concejales valen su peso en oro.


Artículos cuestionados
- El TSJC cuestiona siete artículos. El 3.1 que señala que las actuaciones internas se deben hacer en catalán. El 3.2 que insta a redactar las actas en catalán y el 3.4 lo extiende a impresos, sellos de goma y análogos.
- El 5.2 dice que todos los documentos para la ciudadanía han de hacerse en catalán y sólo a petición del ciudadano deberá cambiarse el idioma. El 12 impone el catalán en rótulos públicos.