Sevilla

Empresarios reclaman un Cecop para los polígonos industriales

Cada vez más polígonos industriales cuentan con la presencia de discotecas, como ésta del Carretera Amarilla
Cada vez más polígonos industriales cuentan con la presencia de discotecas, como ésta del Carretera Amarillalarazon

Sevilla- La madrugada del pasado día 16 unas 300 personas se concentraron en el Polígono Store en un botellón que acabó con destrozos en una nave y discusiones entre los jóvenes y la Policía. Cada vez es más frecuente que los fines de semana estos recintos acojan concentraciones de este tipo, al calor de las discotecas que pueblan unos parques dedicados fundamentalmente a la actividad productiva. «Son salas grandes y económicas, así que muchos jóvenes beben antes de entrar y la suciedad se acumula al día siguiente en las calles», denuncia Antonio Balbuena, presidente de la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla. Balbuena reconoce que las salas de fiesta y los clubes de alterne son negocios que «a nadie le gusta tener cerca», aunque también constituyen una «actividad económica».

Ante los numerosos problemas que generan, propone al Ayuntamiento crear un Cecop exclusivo para los polígonos industriales que integre los servicios de seguridad y limpieza. «Si se pone en marcha cuando llega un crucero, ¿por qué no se puede hacer lo mismo en los polígonos?», se pregunta.

Balbuena hace hincapié en que «si se autoriza un negocio, hay que prever las consecuencias que se pueden producir». «Si las discotecas abren de noche y están situadas en espacios vacíos y sin actividad, es muy probable que ese recinto se degenere», recuerda, por lo que «se deben organizar los operativos de limpieza correspondientes y los patrulleros de la Policía, ya que suelen ser concentraciones conflictivas».

La situación comienza a ser alarmante y, ante el estado de abandono que sufren muchos parques empresariales, Balbuena denuncia que «no podemos seguir siendo el trastero de la ciudad». «A los polígonos es a donde va toda la suciedad, la marginalidad y la prostitución», critica. ¿Qué medidas inmediatas se podrían tomar? Junto a una mayor vigilancia y un «constante» cuidado con la limpieza, el colectivo propone el cerramiento de los recintos, aunque hay que tener en cuenta que algunos son atravesados por vías de comunicación importantes. «Tal y como se hizo con los Jardines de Murillo, la Plaza de España o Plaza de Armas, las vallas podrían ayudar a mantener mejor los servicios y evitar la prostitución, los robos o los incendios», estos últimos cada vez más habituales.

En cuanto a la relación que mantiene la asociación con el Ayuntamiento, Balbuena reconoce que «nos atienden de maravilla», aunque «una cosa es el deseo y otra la realidad». En este sentido, insiste en que «no es que nos hayan recortado, es que el presupuesto para los polígonos industriales es cero». Las únicas obras de conservación que se están acometiendo fueron proyectadas por el Gobierno anterior. Las necesidades del colectivo las conoce el alcalde, Juan Ignacio Zoido, «desde que estaba en la oposición», pero «si no hay medios, poco se puede hacer».

Un instrumento válido para articular mejoras podría ser la fórmula puesta en marcha a principios de año denominada «entidades urbanísticas de conservación». Durante este mes está prevista una reunión con el delegado municipal de Economía, Gregorio Serrano, para «empezar a ver polígono a polígono, calle por calle, cuáles son de dominio público». Éstas serían de competencia municipal, por lo que el Ayuntamiento se encargaría de su limpieza y conservación.

 

Vecinos piden que el alcalde se reúna con los jóvenes
La plataforma Por el derecho al descanso es consciente de que los polígonos industriales se han convertido en un nuevo foco de botellones. «Son espacios que no están habitados, así que no nos llegan quejas vecinales, pero sabemos que muchos empresarios están descontentos por la suciedad que se acumula los fines de semana», denuncia su presidenta, Dolores Dávila. Por ello, reclama a Zoido que «se siente con los jóvenes y busque soluciones» porque «la mayoría de ellos son cívicos si se les dan los medios adecuados». Dávila insta a un acuerdo «entre todos», que podría pasar por la habilitación del denominado «botellódromo». También alerta de que el fenómeno sigue presente en varios puntos de la ciudad, como en las cercanías del río y en el centro, aunque «no con tanta intensidad como antes».