España
Gran Canaria un clásico en auge
Conocida como el «continente en miniatura», esta isla es uno de los destinos españoles que no defrauda. Su clima, que roza los 24 grados durante todo el año, sus playas de arena virgen y aguas cristalinas, su gastronomía rica en productos de la zona y la amabilidad de sus gentes dan como resultado un lugar inolvidable en el que pasar unos días lejos del estrés
Puente entre tres continentes, Gran Canaria fue testigo de la mayor aventura de la historia: el descubrimiento del «Nuevo Mundo». De origen volcánico, su característica más emblemática es su redondez y diversidad paisajística. Esto la hace merecedora del sobrenombre de «continente en miniatura».
La oferta turística es muy variada. Sus encantos naturales y su actividad cultural y festiva garantizan unas vacaciones inolvidables a todos sus visitantes. El clima es uno de sus grandes atractivos, ya que sus 24 grados centígrados de media durante los doce meses del año permiten disfrutar de sus playas en cualquier estación. Sus casi 60 kilómetros de costa asombran a todo el que visita la isla, ya que su diversidad va desde la impresionante Maspalomas, con su oasis de dunas junto al mar, a la recóndita y virgen Güigüi, pasando por la animada playa capitalina de Las Canteras.
Y es que Gran Canaria es un auténtico paraíso para los amantes del mar y de la práctica de actividades vinculadas a él. Sus condiciones naturales la convierten en una gran estación marítima abierta todo los días del año para los deportes naúticos como el surf, el windsurf o el submarinismo, entre otros.
Además de las playas, la isla es un enclave idóneo para disfrutar del contacto con la naturaleza. Con casi el 43 por ciento de su territorio protegido, Gran Canaria ha sido declarada recientemente Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco. Sobre este escenario se ha desarrollado un amplio abanico de actividades de riesgo, como la escalada, el senderismo, etc. La red de casas rurales centenarias y rehabilitadas ponen la guinda al pastel de ese turismo rural que asombra a todo el que lo observa. A su escaparate paisajístico, se suman las más de cien variedades de flora que sólo pueden ser vistas en esta isla. La visita al jardín botánico «Viera y Clavijo» es obligada para adentrarse en un mundo único en el que conocer los distintos pinares, los extensos palmerales o uno de los últimos vestigios de la laurisilva en el mundo: los Tiles de Moya.
El paso de la historia ha dejado en la isla una huella palpable. Su alto valor arqueológico, artístico, arquitectónico y etnográfico son testigos de la evolución cultural de esta comunidad insular.
Su amplia y diversificada agenda de actos culturales, que abarca todo el año, la convierte en única. Los conocidos carnavales canarios, celebrados en febrero, son reclamo de muchos turistas. Una fiesta llena de color y música considerada como una de las mejores del mundo. El Festival de Canarias acoge cada año, en los meses de enero y febrero, a las más altas figuras mundiales de la interpretación de la música clásica.
Su herencia como lugar de paso de viajeros se refleja en el carácter abierto, cosmopolita y multicultural de la isla.
Para los que quieran descansar del estrés del día a día, Gran Canaria puede ser una buena opción. Sus aguas ricas en minerales son buenas para tratamientos de rehabilitación, reumatismos crónicos, lesiones ulcerosas, afecciones cutáneas..., así como el cansancio y el estrés. Y es que esto ya viene de largo, pues durante la segunda mitad del siglo XIX los turistas que acudían a la isla pertenecían al llamado turismo de salud.
Al realizar un amplio recorrido por la isla, la fusión de su rica cocina deja con buen sabor de boca a los comensales más exigentes.
Los famosos «enyesques», en los que no faltan las aceitunas aliñadas, las famosas papas arrugadas con el mojo picón o la enorme variedad de quesos grancanarios destacan por la diversidad y exquisitez de su elaboración.
Junto a éstos, destacan las frutas naturales, como los plátanos, las verduras y el pescado. Uno de los aspectos peculiares de la isla es que gracias a la diversidad de microclimas pueden encontrarse uvas de la misma variedad pero con una amplia gama de características enológicas.
Por este motivo, en la actualidad se produce allí una gama mucho más extensa de vinos dentro de la Denominación de Origen Gran Canaria. Éstos, son caldos magníficos que han conquistado ya el mercado local y su fama continúa en expansión. Al igual que en el resto de España, los turistas pueden visitar las bodegas y ver el proceso de elaboración del vino.
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