Vitoria

«El Puerto» emborrona la cuarta de Vitoria

- Vitoria. Cuarta de la feria de la Blanca, se lidiaron toros del Puerto de San Lorenzo, el 6º, sobrero del mismo hierro, bien presentados y deslucidos, salvo el 2º, venido a más. Menos de dos tercios de entrada.- Enrique Ponce, de turquesa y oro, estocada baja (vuelta tras petición); pinchazo, estocada entera, descabello (gran ovación). - El Fandi, de caña y oro, tres pinchazos, estocada casi entera (silencio tras aviso); estocada corta, un descabello (silencio). - Alejandro Talavante, de cobalto y oro, dos pinchazos, estocada (silencio); estocada casi entera (silencio).

Ceñida chicuelina de El Fandi al segundo de la tarde
Ceñida chicuelina de El Fandi al segundo de la tardelarazon

Historia de casi nada. A excepción de los dos primeros del Puerto de San Lorenzo, encastado y con clase, el primero, enrazado, venido a más y con transmisión, el segundo. Los toros de Lorenzo Fraile defraudaron a la afición vitoriana. Tres años de éxitos consecutivos, se antojaban excesivos. Nada que contar de lo transcurrido desde la salida del tercero de la tarde, un astado pegajoso, reservón, incierto y con sentido. Añadan la mansedumbre y falta de clase y fondo del cuarto; el rebrincado descastamiento del quinto y la desesperante falta de fuerzas del sexto.

Únicamente el primero propició a Ponce construir una intermitente faena, más reunida y empastada por el izquierdo. Dos tandas de naturales, en los que cosió al toro en los vuelos del engaño. Sobresalieron antes de que el morlaco «pidiera sopitas».

Mecido, templado y excelso fue el saludo capotero de El Fandi al segundo. Cumplido el tercio de banderillas, extraordinario fue el tercer par por los adentros, Fandila no terminó de acoplarse ni de coger el ritmo a un toro que, tapado y por bajo, emocionó al respetable.

Precavido, el extremeño Alejandro Talavante se limitó a firmar tablas con su primero. Frente al sexto, se dilató innecesariamente frente a un novillote blando y rebrincado.