Portugal

Fin de fiesta para una Feria

La Razón
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Adelaine de Orléans, José Antonio Ruiz-Berdejo y Carlos Martorel, se encargaron de organizar una magnífica fiesta, que puso los fuegos artificiales del final de mi Feria 2011. A las diez la bella casa palacio que alberga el consulado de Italia, magníficamente decorada, recibía a un escogidísimo grupo de invitados. V. Clicquot organizó una fiesta muy sevillana como promoción de élite a nivel internacional de la marca. A la entrada de la casa, te recibían la princesa Beatriz de Orléans y su hija Adelaine. Nada más entrar en el gran patio, saludé al príncipe Carlos Felipe de Orleáns, verdadero Duque de Anjou, al menos de acuerdo con la historia. Su esposa, Diana, vestida de flamenca, estaba bellísima; ella es princesa por matrimonio y duquesa de Cadaval por nacimiento. Ambos residen en el fastuoso palacio de Evora; Diana es una de las primeras fortunas de Portugal. A modo de bienvenida se ofreció un espectáculo inspirado en la ópera Carmen, donde fundieron lo lírico y lo flamenco. Enseguida se convirtió la casa en una caseta y las sevillanas lo llenaron todo. Nunca había visto tanta gente, en una fiesta de este tipo, bailándolas. Se lucieron mucho Mámer, Rafael y Rocío Peralta, Cristina Ibarra, Adela Vanderville… En la cena, muy cuidada y exquisita, saludé a Eugenia y Fernando Martínez de Irujo, los duques de Segorbe, los condes de Bañares y a Jaime de Marichalar al que encontré muy animado. A la hora del flamenco, Tomás Terry fue de los que más jaleó las bulerías que bailó un joven y potente bailaor. Volvieron las rumbitas y las sevillanas, la animación fue creciendo y el ambiente estaba divertidísimo, añadamos que el champán se servía con generosidad, por lo que nadie quería que se rompiera el encanto ni la noche. Muchos terminaron con los clásicos churros con chocolate al amanecer. Magnífico final para una estupenda Feria.