Arganzuela

Horas contadas a los «taxis de la droga»

Horas contadas a los «taxis de la droga»
Horas contadas a los «taxis de la droga»larazon

MADRID- Los «taxis de la droga» lo tendrán mucho más difícil a partir de ahora en el barrio de Embajadores. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se reunió ayer con la asociación de vecinos afectados por las «cundas» para asegurarles que «la presencia policial incrementará» en el barrio y alrededores «de forma inmediata». La delegada de Servicios Sociales y Familia del Ayuntamiento de Madrid, Dolores Navarro, y la concejala del distrito de Arganzuela, Carmen Rodríguez Flores, también estuvieron presentes en la reunión con los representantes vecinales, cuyo objetivo era acabar de una vez por todas con el negocio de los «cunderos».

Cifuentes reconoció que esta práctica de recoger a los toxicómanos para llevarles a comprar droga ha provocado «un deterioro del barrio», que se ha llenado de drogadictos. Además, no sólo altera la convivencia de los vecinos, sino que también afecta de forma muy negativa a los comercios de la zona. Es por eso que Cifuentes, que prometió ofrecer «todo el apoyo y una mayor coordinación» entre administraciones, ha clasificado este tema como «un objetivo prioritario», considerando que el problema no se erradicará únicamente incrementando la presencia policial. Será necesario, además, tomar medidas de tipo sanitario para tratar a los adictos.

Entre otras iniciativas, la delegada del Gobierno pretende actuar contra aquellos que permanecen en la oscuridad, o sea, los que se dedican al tráfico de drogas y «dan soporte y cobertura» a las «cundas», contribuyendo a que continúe este «negocio de los taxis de la droga». A partir de ahora, se revisará la «regulación del uso de vehículos» y el «intrusismo profesional» en el transporte público que utilizan, con el fin de que «algunas personas dejen de utilizar a los toxicómanos para enriquecerse».

Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos afectados por los taxis de la droga, Santiago Alonso, recordó que hace diez años que luchan contra este problema, «que les supone un «auténtico calvario». Por tanto, Cristina Cifuentes, a pesar de que aseguró que la reunión se trataba de poco más que «una toma de contacto», quiso dejar constancia de la «necesidad de acabar con el concepto de ‘cunda'» en todos los sentidos. Y eso no pasa sólo por quitar el problema del barrio de Embajadores para que moleste a vecinos de otra zona, sino por poner punto final al asunto. Aunque, de momento, el objetivo prioritario es que desaparezcan los drogadictos de Embajadores y que se asienten en otro «lugar donde no haya vecinos perjudicados».

Colaboración total
La delegada de Servicios Sociales y Familia, Dolores Navarro, se mostró satisfecha de que «por primera vez» se tome «verdadera conciencia» de este asunto desde la Delegación del Gobierno y las administraciones. Por su parte, la portavoz vecinal Cristina García agradeció a la delegada su «disposición para colaborar», mientras que la concejala del distrito de Arganzuela, Carmen Rodríguez Flores, aseguró que colaborará en todo lo posible «para erradicar» el problema en el barrio. Aunque Cifuentes considera que no existe «ninguna organización criminal», sí cree que son muchas las personas que contribuyen al transporte de drogadictos, por lo que es necesario actuar contra ellos «con medidas policiales.

LA LUPA
Un «negocio» de los 80

A finales de la década de los ochenta, algunos taxistas y jubilados decidieron «ganarse» un sueldo extra a costa del síndrome de abstinencia de algunos drogadictos. Se trataba de llevarles en su coche particular a comprar droga a los poblados, a cambio de una remuneración económica. A día de hoy, el viaje se cobra a 5 euros por pasajero y se ha convertido en un gran negocio que supone uno de los grandes problemas en la capital. Embajadores es el centro neurálgico.