Actualidad

Obama invita a Rajoy a la Casa Blanca

Los equipos de ambos presidentes trabajan desde hace semanas en un encuentro que aún no tiene fecha 

Obama invita a Rajoy a la Casa Blanca
Obama invita a Rajoy a la Casa Blancalarazon

MADRID- Apenas dos minutos de encuentro fueron suficientes para que Barack Obama invitara oficiosamente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a reunirse por primera vez con él en la Casa Blanca. Un encuentro entre ambos mandatarios, para el que todavía no hay fecha oficial –aunque espera cerrarse en breve según fuentes gubernamentales– pero en el que La Moncloa y Washington llevan trabajando durante semanas. Fue ayer, justo antes de la segunda sesión plenaria de la Cumbre de Seguridad Nuclear celebrada en Seúl, donde el presidente estadounidense le señaló al español que le gustaría recibirle en el despacho oval y encontrar una fecha cercana para celebrar dicho encuentro.

«Me ha trasladado una invitación, y cuando haya una fecha, con mucho gusto estaré allí», explicó Rajoy tras un breve encuentro que no dio para mucho, pero en el que ambos mandatarios coincidieron en su preocupación por la situación económica mundial, sin entrar en muchos más detalles, y en el que Obama reconoció la buena labor del equipo que rodea al presidente español. «Sé que nuestros equipos están trabajando muy bien juntos», le espetó Obama a Rajoy. Tras el encuentro, la Casa Blanca aseguró que ambos mandatarios habían mantenido «una buena conversación» en la que el presidente estadounidense reiteró «lo mucho que espera colaborar» con el nuevo jefe de Gobierno y «fortalecer los lazos» entre los dos países.

Y es que la buena sintonía de los dos presidentes viene de lejos. De hecho, el 20 de diciembre del pasado año, nada más tomar posesión como presidente del Gobierno, Obama llamó telefónicamente a Rajoy para felicitarle y ofrecerle su apoyo en las reformas que acometiera en el futuro, así como la necesidad de cooperar e impulsar las «excelentes relaciones» bilaterales. Sobre la mesa, ambos países tienen pendiente suscribir un acuerdo definitivo para integrar la base de Rota (Cádiz) en el escudo antimisiles de la Alianza Atlántica, algo que previsiblemente harán en la cumbre de la OTAN que se celebrará en mayo en Chicago.

Polémica con Monti
Rajoy no sólo salió de la Cumbre de Seúl con su primera invitación a la Casa Blanca. También pudo aclarar con el primer ministro italiano las críticas de éste a la economía española por su posible contagio a Europa. Pese a que el encuentro no estaba previsto, Monti quiso explicar personalmente a Rajoy sus declaraciones, tras lo cual, el jefe del Ejecutivo dio por zanjada la polémica y aseguró que son «cosas del pasado», aunque le instó para que los países europeos sean «solidarios» en momentos de dificultad. Rajoy mantuvo en total ocho reuniones bilaterales, y además de Monti, se vio con Recep Tayyip Erdogan (Turquía), Sebastián Piñera (Chile) o Stephen Harper (Canadá).

 

Una tarta coreana y unos gemelos chilenos para Rajoy
Que el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, te regale una tarta de chocolate por tu cumpleaños no es algo que a uno le suceda todos los días. Bueno, a Mariano Rajoy sí. Ayer cumplió 57 años y lo hizo a lo grande, rodeado de nada menos que cincuenta líderes de todo el mundo. Los mismos que acudieron a la II Cumbre de Seguridad Nacional celebrada en Seúl y que no dudaron en sonrojar al jefe del Ejecutivo español aplaudiéndole a su llegada. Y es que Rajoy era ayer el chico del cumpleaños. Entonces, llegó el momento del discurso, o más bien de la frase porque el presidente español apenas si acertó a decir unas palabras. Eso sí, como es habitual en él, hizo gala de su peculiar sentido del humor: «Cumplir años nunca es bueno, pero no cumplirlos es mucho peor». Una verdad como un templo debieron pensar los asistentes. Pero Rajoy no sólo recibió una tarta, algún que otro líder fue más allá del aplauso y le compró un detallito al «cumpleañero». Ése fue el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que le regaló dos gemelos de piedra chilena muy elegantes. Esperemos que no pesen mucho.