Castilla y León
Frío siberiano: no hay dos sin tres
madrid- España sufrió ayer el segundo «asalto» de la ola de frío siberiano. A pocos se les pasó por alto que, después de la crudeza de la semana pasada y la tregua concedida el último fin de semana, las temperaturas volvieron a caer bruscamente durante la jornada de ayer. Así, las rachas de viento alcanzaron los 175 km/h en comarcas del Pirineo catalán y los -15C en las cotas altas; en Madrid, el temporal dejó temperaturas mínimas de hasta 11 grados bajo cero en la sierra y de -4 en la capital; en Castilla y León y La Rioja, más de un millar de alumnos se quedaron sin posibilidad de asistir a clase debido al hielo y a la nieve, y, lo que es más grave: las bajas temperaturas provocaron que plantaciones como el Parc Agrari del Baix Llobregat den por perdido el 80 por ciento de la cosecha de hortalizas, mientras que los agricultores valencianos afirman que la cosecha de fruta de verano podría verse reducida.
Una borrasca «renovada»
¿Significa que estamos ante una nueva ola de frío? En realidad, como aclaran en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), seguimos sufriendo el mismo temporal siberiano que hace una semana llegó hasta la Península. Es decir, continuamos recibiendo esa masa de aire frío procedente del Este y que ha penetrado en Europa Occidental gracias al «pasillo» formado por un anticiclón escandinavo y una borrasca mediterránea. Como explica el meteorólogo Roberto Brasero, «la borrasca mediterránea se ha renovado: se marchó y se ha formado otra similar aproximadamente entre Baleares y Grecia».
«La situación a nivel atmosférico sigue siendo la misma. Es muy típico que estas situaciones invernales sean muy continuadas y estables», afirma Ángel Rivera, portavoz de la Aemet. Y es que el «canal» abierto desde Rusia, que atraviesa Europa y llega a España, sigue abierto. Sin embargo, dentro de la ola de frío, también llegan oleadas. O «empujones», como el vivido ayer. «Todo depende del viento», afirma Rivera. «Se producen pulsaciones: el aire que ha entrado desde el martes era un poco más frío que el que quedaba remanente el día anterior. Así, por un lado, la temperatura del aire se recrudece, lo que provoca un descenso de 2 o 3 grados, y, a su vez, se produce un poco más de viento. Ambos factores provocan que la sensación térmica sea un poco más baja», añade la Aemet. «Se trata de la segunda entrega del episodio del frío», apunta Brasero. Rivera estima que estas pulsaciones de aire frío que sufrió ayer la Península, sobre todo en el centro y el noroeste del país, podrían ser originadas por «pequeños desplazamientos» de la borrasca y el anticiclón, que «estrechan» un poco más ese pasillo siberiano. ¿El resultado? «La circulación de aire se reestructura e intensifica, no es estable, y se producen remolinos internos», asegura.
Hoy y el viernes notaremos una pequeña «suavización» debido a la menor presencia de viento, que transfiere calor y no deja que se repose la masa de aire frío, de tal forma que durante el día la sensación térmica no será tan acusada. Pero este sábado nuestro país afrontará un tercer «asalto» de frío debido a esas pulsaciones de aire. «El de ayer fue un segundo tramo y este fin de semana habrá otro más. En principio, sus características no serán tan fuertes como las de la semana pasada», aseguran.
¿Y después? «Es difícil saberlo», dice Rivera. «Parece que la situación tendería a suavizarse un poco. Sin dejar de hacer frío, el viento se calmaría. Habría temperaturas bajo cero parecidas a las actuales, pero las máximas serían más suaves durante el día», añade.
Para estos días, las capitales con mínimas extremas serán Soria y Pamplona (-8C). Y las máximas de viento serán de 80 y 90km/h en Gerona y el Ampurdán respectivamente. Hoy, el riesgo de mínimas se amplía en todo el territorio y el viernes se mantendrá en el norte, sur y oeste de la Península. En total, 48 provincias, todas menos La Coruña, Pontevedra, Murcia y Tenerife, estarán hoy en alerta amarilla por bajas temperaturas, viento o fenómenos costeros.
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