Cataluña
Ensañamiento contra Contador
El TAS se ensaña: dos años de sanción y le quita el Tour de 2010 y el Giro de 2011. Tendrá que pagar 2,5 millones a la UCI y las costas del proceso, con la Federación Española> Cronología del «caso Contador» > Texto íntegro de la sentencia> Encuesta: ¿Cree que es justa la sanción a Contador?
El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) ha desestimado los argumentos de la defensa de Alberto Contador y le ha impuesto la máxima condena: dos años de sanción, que terminará de cumplir el próximo 6 de agosto (el castigo es efectivo desde el 5 de agosto de 2010, cuando le comunicaron que había dado positivo con clembuterol el 20 de julio en el Tour), le despoja del Tour de 2010, anula todos los triunfos que obtuvo en 2011, entre ellos Giro y Volta, deja pendiente el embargo de 2.485.000 euros, a instancias de la UCI, y correspondientes al 70% de su ficha anual. Lo que no dice es que serán el corredor y la Real Federación Española de Ciclismo quienes se harán cargo de las costas, «elevadísimas y aún por cuantificar», del proceso.
Sin compasión, sin perdón, sin atender a los atenuantes. Así ha actuado el TAS. Le han aplicado la pena máxima, aún sin demostrar al ciento por ciento que Alberto Contador se había dopado. Ha primado la responsabilidad objetiva (artículo 21 del Reglamento Antidopaje de la UCI, «violación de las reglas») sobre la ausencia de negligencia significativa (artículo 297), ya que los 50 picogramos no mejoraban el rendimiento y se excluía así la voluntariedad.
El Tribunal, presidido por el israelí de origen argentino Efraim Barak, y completado por el alemán Ulrich Haas –elegido por Contador– y el suizo Quentin Byrne-Sutton –elección de la UCI y la AMA–, desestimó la transfusión sanguínea, otro caballo de batalla de los demandantes, y la contaminación alimentaria, argumento de la defensa, que atribuía el positivo a la ingesta del famoso solomillo procedente de Irún y que Alberto cenó el 20 de julio y comió también el 21. En tres días consecutivos (20, 21 y 22), le detectaron 50, 18 y 9 picogramos de clembuterol, hasta que no quedaron ni trazas. La tercera posibilidad, que es a la que el TAS se ha acogido, se refiere «a la ingesta de un complemento vitamínico portador de la sustancia» (¿una barrita nutritiva?). Excluye la «intencionalidad», pero no la «responsabilidad objetiva».
Con esa base, pruebas que son sólo probabilidades porque no han podido ser demostradas, el Tribunal ha condenado a Alberto Contador 565 días después de que saltara la alarma. El corredor recibió la noticia en su domicilio de la localidad madrileña de Pinto, rodeado de su familia, «estaba tranquilo y enfadado; entero y afectado». Sigue pregonando su inocencia. Lo que no ha decidido aún es si recurrirá la sentencia. Tiene 30 días desde ayer para hacerlo en un Tribunal Federal suizo. No podría acudir a la Justicia Ordinaria en España porque ésta, seguramente, se declararía incompetente.
Hoy, Contador y Bjarne Rijs, su director en el Saxo Bank, darán una conferencia de prensa a las siete y media de la tarde en Pinto. Lo que parece descartado de antemano es que vaya a retirarse, como anunció en los albores de este suceso. Ha cumplido las tres cuartas partes del castigo y su siguiente paso sería correr la Vuelta, que empieza el 18 de agosto.
La sanción implica que se va a perder el Tour, otra vez –la primera fue en 2006, cuando corría con el Liberty y le involucraron en la «operación Puerto», agravante que han considerado UCI y AMA en su acusación, aunque se demostró su nula implicación; la segunda, en 2008, con el Astaná, por la prohibición de los organizadores–, y los Juegos Olímpicos de Londres. Sabía que si perdía el pleito le arrebatarían el Tour de 2010, ahora para Andy Schleck; conserva el de 2007 y el de 2009. Pensaba que los triunfos de 2011 eran intocables. Superó todos los controles, ganó en buena lid el Giro, la Vuelta a Murcia y la Volta a Cataluña. Michele Scarponi será proclamado vencedor de la ronda italiana. Perderá también los premios en metálico, él y sus compañeros de equipo, que tandrán que devolver el dinero; y, por si eso fuera poco, tendrá que abonar a la UCI 2,5 de euros.
Y no hay vuelta de hoja en la multa económica. Vinokourov logró rebatir los argumentos de la UCI cuando fue castigado y no pagó; de inmediato, la norma fue modificada y cualquier sanción que implique dos años supone la pérdida del 70% del salario anual. Además, correrá con el 50% de las costas del proceso; la otra mitad la pagará el Federación Española. Ayer no fue un buen día para el ciclismo español.
El año pactado
O todo o nada. El Comité de Competición de la Federación Española de Ciclismo propuso a Contador un año de sanción. La UCI y la AMA lo aceptaron, se conformaban; pero Contador se lo jugó a todo o nada porque no quería perder el Tour de 2010. Lo ha perdido todo.
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