Vecinos bibliotecarios

MADRID- Con la posibilidad casi confirmada de que el Ayuntamiento de Madrid asuma la gestión de las bibliotecas que la Comunidad tiene en la capital, el delegado de las Artes del consistorio, Fernando Villalonga, propone que los vecinos apoyen como voluntarios las necesidades de personal de estos centros. Según detalló, en caso de que se sumen a la gestión municipal las bibliotecas regionales, se pasará de 450 a 900 trabajadores, lo que deja en una situación complicada a las tres que están pendientes de apertura en Carabanchel, en la Casa de Fieras de El Retiro y en Conde Duque.
«El sistema es insostenible. Si queremos dotar a las tres nuevas bibliotecas con personal y abrir otras nuevas a los barrios, el modelo debe cambiar», insistió Villalonga. En este sentido, el delegado de las Artes propuso importar el modelo anglosajón, que apuesta por la colaboración ciudadana a través de las asociaciones de vecinos para que realicen un trabajo voluntario en las bibliotecas.
Esta colaboración vecinal se dirige a «archiveros, documentalistas, bibliotecarios jubilados o chicos que estén en la universidad y que quieran trabajar en su barrio». Según detalló Villalonga, la colaboración sería de unas «cuatro, cinco o seis» horas a la semana y recibirían cursos de actualización por parte del Ayuntamiento. Así, la nueva biblioteca de Carabanchel, que ayer visitó el delegado, podría abrirse el segundo semestre de este año con trabajadores municipales y vecinos procedentes de asociaciones del mundo del voluntariado. De hecho, Lourdes Hernández Osorno, presidenta de la Asociación de Vecinos General Ricardos; Manuel García, de la Asociación de Vecinos Camino Alto de San Isidro, y Gabriel Lozano, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, estuvieron en el acto junto al delegado y se mostraron «encantados» con la propuesta de colaboración.
Villalonga ofreció a estas tres asociaciones de vecinos de Carabanchel que participaran junto a la Dirección de Archivos y Bibliotecas del Ayuntamiento en la selección de personas que puedan colaborar en estos centros y, en el futuro, en otros de animación cultural. De hecho, a la espera de que se abra la biblioteca de Carabanchel, que contará con seis alturas y un gran mirador, las asociaciones podrían usar los locales para sus actividades.

El Madrid con más sabor a vanguardia
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, proclamó ayer, durante la inauguración de la X Cumbre Madrid Fusión, que en la capital española «se come bien». El mérito, subrayó, es de miles de profesionales, «desde los trabajadores de Mercamadrid hasta los comerciantes minoristas y todos los cocineros y personal de sala de restaurantes y comedores». Botella rindió así un homenaje no sólo a los grandes cocineros, sino a todos los trabajadores de la gastronomía que se esfuerzan a diario y dan de comer a más de tres millones de madrileños. A ellos se suman los turistas y quienes vienen a Madrid por negocios, es decir, más de 8,3 millones de personas en 2011.