Fantasmas de la poesía por Sabino Méndez

Aestas alturas, todo el mundo sabe que uno de lo textos que pasa por ser la principal encarnación práctica del materialismo dialéctico (el «Manifiesto comunista» de Marx y Engels) empieza con un imagen poética, una metáfora, que lo pone ya de entrada en los terrenos de la fantasía y la imaginación. «Un fantasma recorre Europa», afirma el texto de buenas a primeras y, los que nunca hemos creído en la existencia de fantasmas ni horóscopos, detectamos instantáneamente que nos hallamos ante el pórtico de la enésima sugestión colectiva.

Ahora, de vez en cuando, oigo a los lideres sindicales, Toxo y mi homónimo Méndez, hablar de «los hombres de negro» refiriéndose a los líderes económicos que van a venir para anunciarnos recortes. Los recortes son una cosa muy sería, van a afectar a mucha gente y van a descargar con más dureza sobre aquellos que están más desprotegidos. A ningún político, sea vestido de azul, negro, marrón o gris, le gustaría tener que tratar con una situación como esa. Para mantener controversia sobre estos temas pido públicamente que seamos más serios y no lo reduzcamos a una simple película de ciencia-ficción protagonizada por actores americanos. La realidad es una cosa mucho más específica y compleja. Yo entiendo que resulta tentador estetizar la monotonía, sobre todo en un asunto tan sórdido y triste como éste de la crisis financiera. Entiendo también que, dada la percepción que tienen de sí mismos, los líderes sindicales se sienten obligados a protestar hasta obtener un grado razonable de autosatisfacción. Pero estas simplificaciones poniéndose poéticos con símbolos de teleserie de vuelo gallináceo son muy maniqueas. Por ese camino acabaremos debatiendo de política con argumentos como el «bifidus activo», el «ácido haluránico» o el «bioxilift natural». Y no. Que el debate vuele más alto.