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ANÁLISIS Tiene futuro La Red

La Razón
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¿Ha sido importante la muerte de Ben Laden?
–En el plano simbólico, sin duda. Y los mitos cuentan. El líder carismático perdió la partida. Los americanos ganaron. La vulnerabilidad quedó demostrada. Y la gran venganza está por ver. En la calle árabe nadie ha salido por él ni contra sus verdugos. Incluso en Pakistán, la reacción ha sido mínima. Bravatas yihadistas, pero sólo virtuales. Su objetivo es hacer el máximo daño posible. No pueden ni más ni menos, con o sin Ben Laden. Pero es un golpe.

¿Tiene impacto organizativo y operativo?
–Más del que suponíamos, pero la evaluación es prematura. Cabía pensar que ya estaba muerto. En años no había dado una prueba irrefutable de seguir vivo. Ahora la ha dado, pero no es repetible. Los documentos incautados muestran abundantes contactos con los suyos y que pretendía seguir dirigiéndolos. A estas alturas deberían estar ya estudiados. Lo que la Inteligencia hizo público fue muy al principio y muy selectivo. Puede que para resaltar la importancia de su hazaña. Lo que más les interesa a las agencias es la conexión paquistaní. Nada sobre el flujo desde fuera hacia Abbottabad, sin el cual no puede haber mando.

¿Cuál es la situación del terrorismo yihadista?
–Al Qaida es la organización más importante y mantiene una dirección central que sigue en Pakistán cerca de la frontera con Afganistán. No sabemos en qué medida planifica, ejecuta, controla y distribuye recursos. Es extremadamente secretista. Lo demuestra que, aun con poderosos medios, haya llevado ocho años seguir la pista hasta la guarida del líder. Sabemos que Al Qaida en la Península Arábiga, con sede en Yemen, es la rama más poderosa.

La del Magreb Islámico parece la segunda. Los islamistas de Somalia se consideran también miembros del club. Otras organizaciones locales con los mismos fines mantienen vínculos. El fenómeno está en retroceso en el sureste asiático. En todas partes tiene menos gancho. La primavera árabe los ha marginado, pero puede darles oportunidades. Empequeñecido el dragón, está lejos de desaparecer.