China

Hilo de bambú certificado en FSC

Hilo de bambú certificado en FSC
Hilo de bambú certificado en FSClarazon

Madera y pasta de papel son los productos que más se certifican en gestión forestal sostenible FSC. Ahora hay uno nuevo: hilos para textil. La empresa catalana Texplan ha obtenido el sello de cadena de custodia para sus hilados elaborados a partir de bambú. «Somos la primera compañía de hilos para textil en España que cuenta con este certificado, y de las primeras a nivel internacional», declara Sergi Teixidor, director de I+D+i de Texplan.
«Trabajamos el bambú desde hace cuatro años. Tiene muchas posibilidades: es una fibra suave, más fresca y absorbente que el algodón, transpirable, con propiedades antibacterianas y filtro solar. Muy adecuada para hacer pijamas, camisetas, calcetines, camisas, ropa de cama, etcétera», precisa. Con la particularidad de que «se aprovecha mucho mejor la fibra, es biodegradable y, además, se puede reutilizar», añade.
Desde el punto de vista ambiental, es interesante como materia prima, porque «es un herbáceo que crece rápido y de forma prácticamente espontánea, que se regenera una vez cortado y no necesita fertilizantes», explica.
«El sello FSC para la cadena de custodia –prosigue– quiere decir que hemos trabajado con nuestro proveedor, en China, que gestiona el bosque de forma sostenible. Además, garantiza que todo el hilo que elaboramos se corresponde con la cantidad de materia prima que recibimos».
Para Texplan, centrarse en un mercado de productos más sostenibles «forma parte de un proceso en el que hemos decidido seguir haciendo lo que sabemos, hacer hilados a partir de fibra de algodón procedente de reciclaje, centrarnos en productos más ecológicos y anticiparnos en producir aquello que el mercado va a necesitar, no sólo lo que nos pedía», manifiesta Teixidor.

Otros materiales
«Decisiones que tomamos con mucha cautela –continúa–, porque somos una empresa pequeña, 25 empleados, pero estamos convencidos de que es la manera de competir y de atraer clientes». Esto lo están logrando, porque «ya servimos a una empresa suiza fabricante de camisetas, que a su vez fabrica para una ONG, y a fabricantes de tejidos para marcas, la mayoría de Europa», añade.
El proceso de certificación «tiene un coste económico, pero apenas apreciable en el producto final que, sin embargo, tiene un valor añadido muy alto», dice.
Antes del bambú introdujeron PET procedente de reciclaje para hacer hilos de poliéster. Y antes, su materia prima eran los recortes de algodón sobrantes de las fábricas de confección, «que nosotros recuperábamos y reprocesábamos», recuerda. «Ahora, el objetivo –prosigue– es potenciar esas áreas de reciclado para hacer productos de calidad y desarrollar otro tipo de composiciones». Están con la fibra de soja «con la que se hace un tejido como la seda, suave y ligero, que libera sustancias que hidratan la piel. Y nuestro proveedor está en proceso para certificarse como ecológico. Y en el horizonte cercano está trabajar con algodón orgánico», concluye.