Henri Abelé elabora un champán especial para el centenario del hundimiento del Titanic

Barcelona- El 14 de abril de 1912 era una noche especial en el Titanic. Los comedores estaban a rebosar de gente dispuesta a disfrutar de una velada perfecta. El champán que se servía hasta que el barco comenzó a naufragar era Henri Abelé. El grupo Freixenet, propietario de la firma desde 1985, ha querido aprovechar la feria Alimentaria para presentar la cuvée Titanic, una edición especial limitada de 4.000 botellas para conmemorar los 100 años del hundimiento del barco.

El enólogo de Henri Abelé, Franck Nicaise, ha creado un champán brut fresco, afrutado y elegante, que ha logrado con una selección de clásicos chardonnay y pinot noir junto con una pequeña aportación de pinot meunier. La firma ha elaborado para una subasta que realizó en enero la Fundación Titanic 100 unidades especiales en un cofre en el que las botellas han sido numeradas y grabadas con el nombre de la persona que la compró. «Es un honor para Henri Abelé poder participar en este importante acontecimiento que nos permite, a su vez, recordar parte de la historia de la marca», explicó Pedro Bonet, director de comunicación del grupo.

Henri Abelé es la tercera casa de champán más antigua –tiene 250 años– y ha sido testigo de las fiestas de los reyes de Francia, así como de la coronación en la catedral de Reims. Después de la Primera Guerra Mundial, regresaron a Reims e impulsaron la rehabilitación de la catedral. De hecho, la figura que aparece en cada una de las botellas es «L'Ange au sourire», estatua del ángel decapitado en el incendio de 1914.