Los agentes exigen que se doble la plantilla para evitar riesgos en el paso

MELILLA- En la Jefatura Superior de Policía de Melilla trabajan unos cien funcionarios policiales. Para el secretario local del SUP (Sindicato Unificado de los agentes), Julián Millán, es perentorio elevar en otros cien la dotación dedicada a controlar la frontera aérea, marítima y terrestre. Al número notablemente insuficiente destinado a ejercer el control documental y el mantenimiento del orden, se añaden carencias en infraestructuras y dotaciones. «Sólo existe un ordenador en el puesto central, lo que nos obliga a desplazarnos continuamente para cotejar los datos de los que cruzan. Aquí la informática es una desconocida, aunque llevamos reclamando equipos desde hace años». Millán considera «clave» que exista una distancia de al menos 30 metros entre el puesto fronterizo y las cabinas de control donde se establece la verificación documental. «Hasta ahora no existe y eso provoca grandes avalanchas. Si tuviéramos esa distancia, ordenaríamos las colas, evitaríamos incidentes y en un segundo puesto de control, al que llegarían los transeúntes más organizadamente, podríamos pedir con normalidad la documentación. Actualmente, resulta imposible». Los refuerzos de la UIP (la Unidad de Intervención Policial, antidisturbios) se prolongan durante el verano, debido a la operación paso del Estrecho y un mayor tránsito. Pero el calendario y el número de dotaciones son aleatorios. Los policías de la UIP se alojan en un hotel, donde como el resto de viajeros, permanecen algunos días y del que se marchan con la llegada de un relevo. Actualmente, hay dos subgrupos; en otros momentos, el refuerzo se ha dotado con un grupo. Millán no se asombra ante el tipo de hospedaje y reclama la construcción de un anexo a la Jefatura Superior 520 de Melilla prevista desde hace más de dos años.