Marbella

La amiga que trajo a Michelle a Marbella

La primera dama viajó a la Costa del Sol para reconfortar a Anita Blanchard tras el fallecimiento de su padre

Sus maridos son íntimos
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Miss Obama se fue. Pero las especulaciones alrededor de su visita a España no han dejado de sucederse. Sus compatriotas le han criticado la opulencia de su visita a Marbella. Reservó unas 40 habitaciones en uno de los hoteles más lujosos de España, cuyo precio por noche oscila entre los 250 y los 3.000 euros. Por eso algunos medios la tildaron de «María Antonieta moderna». Sin embargo, una de las mayores incógnitas era el motivo real de su visita. Se barajaron tres hipótesis. La primera vinculaba a los Obama con los propietarios de la cadena Ritz-Carlton a la que pertenece al hotel. Otro de los motivos que se plantearon, y el primero en desmontarse por sí sólo, fue la supuesta amistad de Michelle Obama con la actriz Eva Longoria, una de la promotoras de la fiesta benéfica «Starlite Gala» y que se celebraba en el Villa Padierna, donde se alojó la primera dama y su hija. A pesar de las expectativas de sus asistentes, no se presentó. Prefirió quedarse en su habitación. La tercera posibilidad era de carácter más político y vinculada a la futura campaña presidencial de su marido. Según algunos medios estadounidenses, la mujer de Barack podría haber venido a Marbella subvencionada por algunos de los «lobbys» que apoyan la carrera política de éste.

La Casa Blanca apostó por el silencio y por eso los rumores se extendían. Hasta hoy. Lynn Sweet, una de las periodistas más cercanas a «Miss O.», ha decidido relatar la verdadera «historia de la elección de Marbella como destino vacacional». La reportera del «Chicago Sun Times» desmonta en su artículo todas las elucubraciones: «Michelle escogió Marbella por motivos personales. Viajó a la costa española para reconfortar a su íntima amiga Anita Blanchard (en la imagen), quien perdió recientemente a su padre. La idea de tomarse estas vacaciones no surgió directamente de Blanchard, sino que fue su hija, amiga de la pequeña Sasha, la que quería como regalo de cumpleaños visitar España. Aventura a la que Michelle y Sasha decidieron apuntarse. Este es el argumento principal que sostiene Sweet. Además, en su artículo, explica meticulosamente que la comitiva que acompañó a Michelle «pagaó su estancia en el hotel». Era una viaje de amigas. En total fueron dos mujeres, además de Anita, las que se apuntaron a la visita. A Sasha la acompañaron las tres hijas de éstas.

La periodista también deja claro que, por parte de la Casa Blanca, no se desplazaron más efectivos de los que se utilizan habitualmente en los viajes que realiza la primera dama en Estados Unidos: «La portavoz de Miss Obama, su asistente personal y ocho miembros más» conformaban el equipo de la primera dama, como explica Sweet.

Con respecto a la elección del Villa Padierna, la escritora asegura que «fue por motivos de seguridad, ya que desde la montaña donde se ubica el hotel los agentes podían controlar no sólo el edificio sino también la playa más cercana». Otro de los puntos que desmiente es la posibilidad de que Michelle asistiera a la «Starlite Gala». Desde el principio se conocía su intención de disfrutar de la gastronomía española en compañía de sus amigas.

Aunque Sweet trate de explicar las razones del viaje de Miss Obama, comprende que los norteamericanos tienen derecho a conocer el destino de sus impuestos.


Sus maridos son íntimos
A Anita y Michelle no sólo les une una gran amistad. Ella es su ginecóloga personal y quien la asistió en el parto de Maila y Sasha. Además, sus maridos son íntimos amigos. Marty Nesbitt conoce a Barack Obama desde hace años –fue uno de los invitados a su boda– y está muy vinculado con la carrera política del presidente. Fue el tesorero de su pasada campaña y se ha convertido en uno de sus más firmes apoyos. Cuando en 2008 falleció la abuela del mandatario, Nesbitt le acompañó a Hawái para reconfortarle.