España
Revertir la tendencia por Arturo Fernández
El Consejo de Ministros ha dado «luz verde» a otra de las reformas que son imprescindibles para que la sociedad española afronte la actual situación de grave crisis con las herramientas necesarias para dejarla atrás cuanto antes. La reforma laboral no era ningún capricho de los empresarios, sino cinco millones trescientas mil necesidades. Tantas como parados tenemos en España. Y de ellos, un número insostenible de españoles jóvenes a los que entre todos los hemos condenado a ver su futuro en el aire.
Y eso no lo podemos consentir ya de ninguna manera. ¿Por qué no podemos intentar aplicar lo que funciona en otros países europeos? ¿Es que debemos resignarnos a estas cifras de paro por mantener un marco laboral rígido, sobrepasado por las circunstancias, que en sus bases tiene más de treinta años?
A la vez que cambiamos la legislación, debemos cambiar paralelamente nuestra mentalidad en muchos aspectos. Y éste al que nos referimos es uno de ellos, y muy importante. Siempre he dicho que la reforma laboral no crea empleo por sí misma, pero lo que es seguro es que sin ella seguiremos engrosando las colas del paro.
Por ello, entiendo que el texto aprobado ayer por el Gobierno sí puede ser eficaz esta vez por contraposición a otras reformas anteriores, porque nos empieza a acercar a los modelos que regulan las relaciones laborales en otros países europeos que funcionan. El mercado de trabajo, como el mundo en el que vivimos, ya es global.
Cuando vamos hacia una mayor cohesión europea, por difícil que sea, no tiene sentido el aislamiento que, además, y como siempre, acaba siendo contraproducente.
La imprescindible reforma en las fórmulas de contratación contiene una novedad que afecta a la inmensa mayoría del tejido productivo español: el de las pymes. Pensemos en lo siguiente: si cada una de las pymes que hay en España pudiera contratar a un trabajador más, desaparecía el paro. Por eso es tan importante ayudar a las empresas de menos de 50 trabajadores.
Y celebro que el acuerdo entre empresarios y trabajadores recientemente firmado haya puesto el camino para que la reforma aprobada ayer profundice en dos aspectos sustanciales de la negociación colectiva, como son la ultraactividad y el descuelgue de los convenios.
Colaboremos todos en lo que todos queremos: crear empleo estable en empresas que se adapten a cada momento a sus necesidades. Ahora disponemos de una buena herramienta. Como empresario de tercera generación, no recuerdo ningún día en que me haya levantado pensando en que mi objetivo en la vida es despedir a los trabajadores con los que comparto mi trayectoria vital. Todo lo contrario.
Arturo Fernández
Presidente de los empresarios de Madrid
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