Sevilla

El programa del PSOE revisará los acuerdos con la Iglesia

La Razón
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Fue la parte más vibrante, y la más coincidente, del discurso de los aspirantes. Tras varios intentos fallidos y pasos atrás de última hora, el PSOE está de acuerdo en que hay que revisar los acuerdos con la Iglesia católica. Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón echaron sendos órdagos ante el Plenario. Cada uno a su forma. La perdedora dijo «alto y claro» que es la hora del laicismo porque «llevamos 30 años aguantando». El nuevo secretario general del PSOE, Rubalcaba, más moderado, lo expresó a modo de advertencia al Gobierno de Mariano Rajoy. «Si retrocedemos en todo, si quieren sistemáticamente romper todos los consensos, si quieren volver atrás 30 años, aceptaremos el reto», dijo.
Fue la frase que más aplausos arrancó de todo el acto. «Si cada vez que la derecha llega al poder reconsidera todas aquellas leyes que hemos hecho entre todos, para aumentar los derechos civiles, y trata de poner dogmas que no son del conjunto de los ciudadanos sino de algunos, el Partido Socialista se replanteará seriamente la revisión de los acuerdos con la Santa Sede, ¡seriamente, seriamente!», fueron sus palabras.
Al cierre de esta edición, el Plenario aprobó la resolución que había pasado el corte de la Comisión de Calidad Democrática. El objetivo es denunciar el Concordato con la Santa Sede de 1979 que regula la financiación y los acuerdos con la Iglesia católica. Fuentes del partido señalaron que se haría lo mismo «con otras confesiones religiosas». Vamos, que no es personal.
El mismo camino siguió otra enmienda (se presentaron más de 16.000) a la ponencia marco sobre el modelo de partido hasta que fue «pospuesta» para otro momento más propicio. Se trata de introducir los tan cacareados cambios en la elección de los líderes. Se aceptó el «debate», a resolver más adelante, quizá en una futura conferencia organizativa, sobre la elección del secretario general por sufragio universal.
Mejor suerte corrieron las llamadas «primarias a la francesa», que obligarán a que el candidato electoral del PSOE lo decidan también los simpatizantes. Durante la larguísima jornada, algunos delegados se quejaban de la poca importancia que se daba a las comisiones, columna vertebral del congreso. Finalmente, aunque con mucho retraso, llegó su momento. Veremos si tras la travesía del desierto, que acaba de empezar, alguien recuerda las propuestas aprobadas en aquel congreso que ganó Alfredo Pérez Rubalcaba.