Barcelona
La calidad de la educación mejora pero apenas se da la excelencia
«El mensaje es claro: la educación catalana mejora». Así de radiante se mostró ayer el conseller de Educació en funciones, Ernest Maragall, al presentar los resultados catalanes del Informa PISA 2009.
El que hasta ahora se había convertido en uno de los máximos detractores de la política educativa catalana, por los pésimos resultados que evidenciaba de los adolescentes catalanes, se ha tornado, en tan sólo tres años, en un aliado de las medidas del departamento en esta última etapa.
Los datos no engañan: los estudiantes de 15 años han avanzado puestos en las pruebas que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ejecuta sobre 66 países. Gracias a su puntuación media de 498 puntos, los catalanes han logrado superar la media española en 17 puntos y están por encima de la media de los 15 países más poderosos del planeta (492 puntos). Por primera vez, se supera a la OCDE, y además, la situación se repite en cada uno de los tres exámenes de los que se compone esta prueba de competencias: 498 puntos en Comprensión Lectora, frente a 493 en la OCDE; 495,6 en Matemáticas, frente a 488,4 de la OCDE; y 497,3 en Ciencias, ante 496,4 puntos.
Los terceros
Los 1.381 alumnos que realizaron la prueba de dos horas y media han situado a Cataluña en el número 15, una puntuación por encima de la lograda en países como Suecia, Alemania o Irlanda. Por comunidades autónomas, Cataluña se lleva el bronce. Madrid está al frente con una media de 503, empatada en puntuación con Castilla y León.
Uno de los puntos a cuestionar de cara al futuro es el papel que los inmigrantes juegan en la educación catalana. Representan el 10 por ciento de la población escolar que realizó la prueba itnernacional y su resultado está muy por debajo de los autóctonos. Les separan 86,55 puntos de diferencia, ya que los extranjeros apenas alcanzaron una media de 421,1 puntos en lectura.
«Hay una diferencia demasiado grande, pero sigue la línea de los resultados que consiguieron en 2003», indicó el presidente del Consejo Superior de Evaluación, Jorge Calero. Sobre este ámbito, Maragall quiso remarcar que pese a la baja puntuación, los inmigrantes alcanzan una media similar a la que se da en sus países de origen. Es el caso de Colombia, con 413 puntos; Perú, con 370; o Rumanía, con 424 puntos.
Otro de los puntos negativos es la escasa excelencia de los catalanes, que apenas llega al 6 por ciento de los examinados. Calero optó por ver estos resultados desde otro prisma e indicó que estamos «muchísimo mejor» en el nivel de suficiencia que en el pasado, que supera el 20 por ciento de los alumnos de la prueba.
Un mito que tiende a perpetuarse es el de que las chicas son mejor en letras, y los chicos, en ciencias. Según el informe,las catalanas entienden mejor los textos y los chicos sacan mejor nota en ciencias y matemáticas.
«Los resultados son el mejor anuncio contra el fracaso escolar», anunció Maragall, que agradeció el «enorme esfuerzo que los docentes» han hecho y adjudicó a las pruebas de diagnóstico que realiza la conselleria desde hace 2 años parte del logro.
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