Bienvenido «Getafe Team Dubái»

MADRID- «Nuestro objetivo ahora es derrotar al Madrid y clasificar al equipo para la Liga de Campeones en un plazo de dos años». Así de fuerte comenzó el jeque Butti Bin Suhail Al Maktoum, el presidente del grupo inversor Royal Emirates, su etapa en el Getafe. Este conglomerado de empresas con sede en Dubái anunció ayer oficialmente la compra del Getafe a cambio de unos 90 millones de euros, la mayor parte a pagar inmediatamente y en efectivo. El primer paso de los árabes sería garantizar que el equipo acabará entre los seis primeros el próximo curso, para después mirar mucho más arriba.

El acuerdo, del que se venía hablando hace unos días, se hizo realidad con un acto en el helipuerto del lujoso hotel Burj Al Arab, el mismo donde Nadal y Federer han jugado algunos puntos, y en el que Ángel Torres lanzó un penalti a sus nuevos socios. Las fotos del presidente con los empresarios árabes, sosteniendo juntos una camiseta del Getafe, son las únicas pruebas que tienen los socios azulones de que algo está pasando con su equipo.

Toda la información sobre la operación llega del Golfo Pérsico, mientras Torres y sus asesores guardan un silencio institucional inquietante. Con la nueva propiedad, el equipo pasará a llamarse «Getafe Team Dubái», un nombre que ya existe como página web y en la que los aficionados azulones pueden entrar para descubrir el rediseño del escudo.

El cambio de denominación y la llegada de capital desde los Emiratos es lo único seguro de un acuerdo al que le pueden poner muchos matices legales. Lo más lógico es que se trate de una compra sin más, aunque se podría explicar como una ampliación de capital, un acuerdo de patrocinio y hasta como una inyección de dinero extranjero que quizá no impida que Ángel Torres siga siendo el único rostro visible. Esta opción no es descartable, aunque sí lo es que los 90 millones no sirvan para que los dubaitíes exijan participar de las decisiones.

El nuevo nombre ya es un dato suficientemente clarificador sobre la cuota de poder de los árabes, que no ocultaron su intención de importar jugadores de su país y «demostrar que tienen nivel para jugar en Europa». «No nos vamos a interponer en los fichajes ya previstos para la próxima temporada, pero es cierto que hay algunos nombres en mente», continuaba el comunicado, que explicaba las razones por las que han elegido el Getafe: «Nos ofrecieron otros tres clubes y también buscamos en Europa, pero éste es un equipo joven y en crecimiento. Una estrella fugaz a la que vamos a inyectar sangre nueva».

Mientras todo esto sucedía muy lejos, la plantilla preparaba el choque ante el Mallorca con la misma tranquilidad de siempre, como si nada estuviera pasando.

En manos de los jeques
- El Málaga fue el primer club español que llegó a manos de los petrodólares árabes. En junio de 2010 desembarcó en La Rosaleda el jeque qatarí Abdullah Bin-Nasser Al-Thani. El multimillonario árabe compró parte de las acciones que tenía el anterior presidente, Fernando Sanz, se hizo cargo de la deuda y puso dinero para reforzar el equipo con jugadores importantes. Su esfuerzo económico sólo ha servido hasta ahora para echar a Ferreira, contratar a Pellegrini y reforzarse en el mercado de invierno con el fin de evitar el descenso.
- Otro jeque, en este caso el indio Ali Syed, se hizo cargo hace poco del Racing de Santander, aunque ahora parece que no llega su dinero para las nóminas.
- El ejemplo más llamativo en Inglaterra de este tipo de acuerdos es el Manchester City, propiedad de Mansour Zayed Al Nahyan, miembro de la familia real de Abu Dabi.
- En la «Premier» es habitual que los clubes estén en manos extranjeras. El Chelsea es del ruso Abramovich y el Manchester, de los americanos Glazer.