Bruselas
La UE sugiere que el envío de tropas es cuestión de días
Se prepara una operación anfibia para «liberar» Misrata
El alzamiento popular contra el régimen de Muamar Gadafi, en el que han tomado parte la OTAN y una coalición de países, ha llegado a una situación de estancamiento. Europeos y americanos perciben que el derrocamiento del dictador libio, y sobre todo la protección de los civiles, no tendrá éxito sólo con bombardeos desde el aire. Por eso, la comunidad internacional está ultimando una «gran movilización» humanitaria que llegará en los «próximos días» para proteger a los libios, en especial los atrapados en la ciudad de Misrata.
Así lo explicó ayer un alto cargo del equipo de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. La UE ya acordó el pasado viernes la base legal para lanzar la misión EUFOR Libia, con la que se prevé desplegar militares en tierra para abrir corredores humanos y entregar ayuda humanitaria. Según añadió el mismo diplomático, cuya identidad no desvelamos, otros países también «están interesados» y ahora se trata de ver cómo se coordina el esfuerzo. Pero antes, la coalición internacional necesita que la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios solicite tal intervención.
De momento la luz verde no ha llegado, por lo que la UE tampoco sabe qué objetivos o fuerzas tendrá que aportar y qué países miembros los proporcionarán. No obstante, la misma fuente indicó que una vez que la solicitud de la ONU llegue los europeos están listos para responder «tan rápido como sea posible». La UE no se mantiene en modo de espera y está realizando gestiones para recibir el visto bueno de la ONU. «No estamos de ningún modo con una actitud pasiva», indicó ayer Michael Mann, portavoz de Ashton. La Alta Representante habló el jueves por última vez con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Brecha en la coalición
Como sucedió con la campaña de bombardeos masivos contra las fuerzas leales a Gadafi, el despliegue de fuerzas militares en tierra puede abrir una nueva brecha en la coalición de países que arrincona al dictador, entre aquellos más intervencionistas, como Francia o Reino Unido, y los más garantistas de la resolución 1973 que dio la base legal para intervenir. La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU autorizaba «todos los medios necesarios» para proteger a los civiles excepto el despliegue de «fuerzas de ocupación». Por eso, los europeos se muestran esquivos a mencionar la participación de fuerzas de tierra, aunque Alemania, que ha mantenido la actitud más crítica con la intervención, dijo ayer que participaría.
Una operación anfibia sí que es una posibilidad «muy fuerte», según confirmó ayer Mann. La OTAN ya tiene fuerzas marítimas en la zona, participando en el bloqueo naval al régimen libio. Según explicó ayer un alto cargo militar estadounidense, la UE y la OTAN están colaborando «estrechamente» en el lanzamiento de esta misión. Este lunes, Ashton se reunirá con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Este encuentro abrirá una semana en la que se puede ultimar esta misión humanitaria, ya que los ministros de Exteriores de la UE se reunirán el martes, y el miércoles, los países que participan en la campaña contra Gadafi se encontrarán también en Qatar.
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