Operación Policial

40000 españoles hacen turismo sexual cada año

España es uno de los principales países consumidores de turismo sexual pederasta en todo el mundo. Según datos de la ONG de protección a la infancia Save The Children, hasta 40.000 españoles realizan cada año estos viajes.

La Razón
La RazónLa Razón

La encuesta «Actitud de la sociedad española ante la práctica de la explotación sexual infantil en los viajes», realizada por Unicef y la Asociación Catalana por la Infancia Maltratada (ACIM), el 10 por ciento de los 1.200 encuestados conocía a alguien que había viajado a un país «para tener relaciones sexuales con menores».


Durante el periodo 2002-2006, la Guardia Civil española «detectó 2.749 casos de tráfico de menores, de los que cerca de 750 fueron únicamente con fines de tráfico sexual» y el pasado julio «siete menores fueron rescatadas de redes de prostitución en Cataluña».


El turismo sexual infantil se define a nivel internacional como la explotación por parte de una persona o un grupo que viaja fuera de su país con la intención de mantener relaciones sexuales con menores de edad que pueden implicar algún tipo de remuneración en dinero o en especies, y en muchas ocasiones el objetivo no es específicamente tener relaciones sexuales con niños.


Para luchar contra este problema, se elaboró en 1998 el Código de conducta del sector turístico para la protección de niños, niñas y adolescentes contra la explotación sexual en los viajes y en el turismo, concebido por la ECPAT-Suecia (parte de la Red internacional contra la prostitución y la pornografía infantil y el tráfico sexual de menores).


Adhesiones
Desde la creación del Código, Unicef lo ha apoyado con recursos económicos y tres empresas turísticas españolas se han adherido: Sol Meliá & Resorts, Barceló & Resorts y Viajes Mogador.

 

Unicef ha colaborado en la lucha contra el turismo pederasta en países no identificados con este problema. Éste es el caso de Suráfrica, en el que, según unos estudios previos, había entre 28.000 y 30.000 menores de edad, «que podían estar inmersos en temas de explotación sexual».


Las dos ONG y ACIM recalcan que la explotación sexual infantil existe porque «hay oferta y demanda», y que uno de los mayores problemas para indagar y solucionar el problema, tanto en España como en el resto de países del mundo, es que se trata de una actividad clandestina.