Criminalidad
«Por la calle le insultaban»
El entorno de Alberto León está hundido. «Nadie podía imaginar esto. Alberto estaba preocupado por la "Galgo", pero para llegar a este extremo...», dice un conocido del ex «biker» que prefiere mantenerse en el anonimato.
El lunes encontraron el cuerpo de Alberto León sin vida en el domicilio de su hermano en El Escorial, donde vivía, con indicios de suicidio según la Guardia Civil. Estaba imputado en la «operación Galgo», acusado de un delito contra la salud pública.Era el presunto «correo» de la trama.
También fue detenido en 2006 en la «operación Puerto» y después de eso, en El Escorial, donde vivía, no lo trataron bien. «La gente le dio la espalda, algunos le dejaron de hablar y por la calle le insultaban», asegura su conocido. Pero el tiempo fue cerrando la herida hasta que la «Galgo» la reabrió y acabó en un terrible desenlace. «Esto se ha salido de madre, la culpa es de todos. Que pague y ya está, pero que pueda salir a comprar el pan. También Maradona metió un gol con la mano o ha habido espionaje en la F-1. Son trampas. Es que ha muerto un hombre...», continúa.
Personas cercanas al ex ciclista no notaron nada raro incluso el día antes de su fallecimiento.
Alberto León mostró cierta preocupación porque esta operación sí podía acarrearle consecuencias, no como la «Puerto», pero, según algunas personas que compartieron un rato con él el domingo, horas antes de su muerte, en ningún momento se le vio abatido, o al menos tanto como para suicidarse. Ese día paseaba por El Escorial junto a su hermano David, sus hijos y su mujer, que lo había dejado tras ser detenido el pasado 9 de diciembre, pero con quien estaba intentando arreglarse. «La mujer está destrozada», asegura una persona que la vio.
Era la segunda vez que caía en algo parecido. ¿Por qué? Alberto León fue pionero en la bicicleta de montaña. Era muy bueno y como persona, animoso y bromista. «Un gran tío», define quien le conoció. «Pero el dinero... Le gustaba mucho y a veces los deportistas no saben lo que es el dinero real. Hay atletas a los que les dan 2.000 o 3.000 euros por correr una milla y cuando terminan su carrera les ofrecen 1.000 al mes por un trabajo», analiza el anónimo amigo. «Era un tío echado "palante"como demuestra que hizo lo de la "Galgo"después de la "Puerto". Por personalidad no me parecía que pudiera suicidarse. Se le vino el mundo encima», añade.