Barcelona
Puig y Macias acusan al tripartito de inventar un relato para destruir a CiU
CiU y el PSC convierten la comisión de investigación del «caso Palau» en una arma de precampaña.
La décima sesión de la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación irregular de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), a través del Palau de la Música, reprodujo por enésima vez la guerra que PSC y CiU mantienen desde que empezaron las comparecencias. El diputado de CiU Jordi Turull no exageró al comparar la comisión de ayer con «el día de la marmota», donde «el tripartito se empecina en buscar los tres pies al gato a la financiación de CiU».Atacar para defendersePero si el tripartito insiste en que CDC esconde una relación «fraudulenta» entre la Fundació Trias Fargas, ahora Catdem, y la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música, los nacionalistas defienden su «honorabilidad» poniendo en cuestión la del PSC. Los ex consellers de Política Territorial y Obras Pública de la era Pujol, Pere Macias y Felip Puig, citados ayer a declarar, retomaron la historia con la que se defendió Àngel Colom. Al margen de insistir por activa y por pasiva que «no ha habido irregularidades» en la financiación de CDC, acusaron al tripartito de inventarse un «relato» para «manchar el buen nombre de 23 años de gobierno catalanista y nacionalista». Puig y Macias hicieron suyo el dicho de que la mejor defensa es un buen ataque acusando al tripartito de obsesionarse con destruir a CiU primero con el 3 por ciento y «con el 4 por ciento, ahora». Desde la bancada, Turull les echó una mano. Acusó al PSC de «flotar a base de hundir al adversario» y, una vez más, comparó la comisión con un «tribunal político». Aunque, para variar, equiparó la comisión con los tribunales de la Inquisición o el Comité de Salvación Pública de Robespierre.Puig dedicó el tiempo a demostrar sus dotes en el arte de la retórica. Trató de convencer al personal de que los documentos que relacionan los pagos de Ferrovial al Palau con presuntas comisiones a CiU son «piezas» de «un relato prefabricado» y esquivó con astucia las preguntas. Se salió por la tangente cuando el diputado de ERC Pere Bosch le reclamó hasta tres veces que desmintiera unos documentos que vinculan al ex responsable de finanzas de CDC, Carles Torrent con los tejemenejes de Millet y Montull. Sólo habló del Palau para defender la legalidad de los 630.000 euros que su fundación ingresó de la Fundació Orfeó Català. El PSC le reprochó que el dinero salía de la caja B del Palau, pero Puig respondió que la conselleria de Justícia conocía los convenios desde 2005.Si algo rompió la sensación de revivir una y otra vez el mismo día fue la «hinchada» de Puig y Macias. Decenas de diputados de CiU arroparon a sus compañeros. Lanzaron abucheos, rieron, golpearon las mesas y el presidente de la comisión, Pere Vigo, amenazó con suspender la sesión.
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