Jaén

«SOS ha dejado atrás una página negra su proceso de transición ha terminado»

«Tengo una magnífica opinión de Jaime Carbó. La bolsa ha respondido positivamente a su nombramiento»

«SOS ha dejado atrás una página negra, su proceso de transición ha terminado»
«SOS ha dejado atrás una página negra, su proceso de transición ha terminado»larazon

Madrid-Llegó a SOS en mayo de 2009 y dejó oficialmente su cargo en el Consejo de Administración que se celebró el jueves, cuando le dio el relevo a Jaime Carbó, la apuesta de la empresa como su sustituto.

– ¿Cómo se marcha de la compañía?
– Me marcho con satisfacción, SOS ha sido el proyecto de reestructuración más difícil de mi vida. El jueves recibí el reconocimiento de la dificultad del proyecto y ha sido una de las despedidas más bonitas que he tenido. De Jaime Carbó tengo una magnífica opinión, es un hombre joven, lleva diez años en Ebro y es importante para él un proyecto de futuro. La Bolsa ha respondido positivamente al nombramiento de Carbó. No sé si ha sido a dedo, pero fue el que me comunicó la empresa que sería.

– ¿Mantendrá alguna relación laboral con el grupo?
– No, me marcho porque el Consejo me pidió que dejara la compañía y porque yo también manifesté que mi etapa había terminado. Soy bueno para lo que soy, procesos de reestructuración. Además, la retribución que percibo va en función de la dificultad de esos proyectos. Pero para esa situación de normalidad en la que ya está SOS, imagino que el encargado del día a día tendrá un salario ajustado al mercado. Yo no soy adecuado para un proyecto a largo plazo ni por edad, ni por experiencia, ni por retribución.

– ¿El plan de relevos también incluirá al presidente, Mariano Pérez Claver? ¿Sabe cuándo se marcha si es que va a hacerlo?
– No sé cuándo dejará la compañía Mariano, no sé si es que no lo tiene definido o si es que le han pedido confidencialidad.

– ¿Por qué Pérez Claver no acudió a la suscripción de capital?
– Supongo que porque confiaba en que se iba a sobrecubrir y no le dio importancia al gesto de que él participase, aunque en cierto modo sería un gesto irrelevante. Yo fui, aún sabiendo que me iba de la empresa, porque creo que los gestos son necesarios y como símbolo de confianza. Compré entre 4 y 5 mil acciones. Además, creo que a partir de ahora la cotización debe irse recuperando y debe ir creciendo.

– ¿En qué situación se encontró la compañía y cómo la encuentra ahora que suelta las riendas?
– SOS ha sido para mí un desafío. Cuando yo entré la caja estaba llena de telarañas y la deuda era de 1.650 millones de euros. Se dudaba de la viabilidad de la empresa. Hoy nadie duda de que el grupo continuará y ha terminado el proceso de transición, SOS ha pasado una página negra. Ha reestructurado su deuda y tiene un equipo consolidado. Está pendiente la apertura de la vista de los hermanos Salazar, una pesadilla que nunca debió ocurrir, pero en dos años hemos conseguido reestructurar la empresa y la deuda quedará en el entorno de los 650 millones tras la venta del arroz que pasa a Ebro y se materializará en el primer trimestre de este año.

– Venta que se cifra en 195 millones de euros, ¿le parece un importe razonable?
– Sí, la cifra supone aumentar el EBITDA que genera el arroz por ocho o nueve veces y además ha permitido la entrada de Ebro en el capital. Su entrada ha sido importante, ha dado confianza a los bancos, a los propios clientes, a la administración. Ha sido un acierto tenerlos como socios.

– ¿Por qué Ebro?
– Era el candidato idóneo, aunque Sovena podía haber sido una buena alternativa. Pero esas negociaciones con Sovena o Bunge no fructificaron porque todos percibimos que Ebro era la mejor solución, una empresa española, una marca premium que además ofrecía ventajas logísticas.

– ¿Es un logro suyo?
– Esa entrada se ha materializado gracias a un proyecto de equipo, se han volcado todos. Con 58 años no puedo pensar así... no es un logro mío, en todo caso es lo que he aportado a ese logro.

– ¿Cómo se ha cerrado el acuerdo de reestructuración de deuda?
– Se ha pactado un crédito bastante razonable, un pago en seis años, interés creciente y con idea de beneficios en los primeros años, para que la compañía pueda acumular caja. Hay una parte de los créditos que se ha convertido en capital. Además de la venta de activos, como de alguna marca italiana, ha logrado reducir la deuda mil millones de euros.

– ¿Qué previsiones tiene sobre la compañía?
– La compañía tiene un proyecto a largo plazo, se tiene que focalizar como líder mundial en países como China o Rusia. La clave está en la internacionalización. La fase en la que tuve que visitar clientes par darles tranquilidad sobre las provisiones ha pasado, gracias al concepto de austeridad en el gasto, exportaciones y lanzamiento de nuevos productos. Hay un plan para abrir una oficina en China. Además creo que alcanzará su presupuesto en facturación, para este año deberían darse beneficios en el BAI, no sólo en el EBITDA. La compañía se ha limpiado y está preparada para su liderazgo en el mercado del aceite.

– ¿A qué aspira ahora?
– Soy jugador de ajedrez, me enseñó a jugar un tío de mi madre. Ese jugador cada día quiere un competidor más difícil y lo hace por el desafío. Si ganas, tienes la satisfacción. Si pierdes, tienes la motivación para volver a jugar.

– ¿Ganó la partida de SOS?
– Sí, pero el ajedrez es un ejercicio individual y en el ámbito empresarial hablamos de un trabajo colectivo. La habilidad es motivar al equipo.


Perfil
Apasionado industrial
Nacido en La Carolina (Jaén) el 1 de enero de 1953, está casado y tiene dos hijos. En la trayectoria de este ingeniero industrial destaca el paso por GM España y Leche Pascual, entre otras. En 2000 crea MV Asociadas, firma especializada en la reestructuración de empresas. Hoy, sigue como asesor del Grupo Leche Pascual y es miembro del Consejo Asesor ESIC.