Los aeropuertos acumulan ya tantos retrasos como en 2010

Demoras, haberlas, haylas. Según los datos de Eurocontrol, la Agencia Europea de Seguridad Aérea, en los cinco primeros meses del año los aeródromos españoles acumulan 922.831 minutos de demora, casi tantos como en todo 2010, cuando sumaron 1.275.000. Además, en los tres primeros meses del año, Tenerife Sur, Madrid-Barajas y Las Palmas figuraban entre los cuatro primeros clasificados en el ránking de Eurocontrol de aeropuertos con más retrasos en las salidas, con demoras medias de 18,57, 17,83 y 12,99 minutos, respectivamente. Sólo el aeropuerto de Helsinki, con 13,84 minutos, se cuela en tan dudosa clasificación.

Buscar al responsable de esta circunstancia es ya otra cuestión. El PP y las aerolíneas apuntan directamente a la falta de controladores como el motivo de estos retrasos. También Eurocontrol reprendió hace unas semanas a España por su elevado nivel de demoras y la baja capacidad de sus aeropuertos para gestionar el tráfico que se avecina: subirá un 4,3% este año y un 2,6% el que viene, según sus previsiones. AENA y Fomento, que no rechazan que la reestructuración del sistema aeroportuario español haya provocado un «desajuste» temporal de la plantilla, niegan la mayor. Según el ente gestor de los aeropuertos, «no hay escasez de controladores». Para defenderse, el presidente del gestor aeroportuario nacional, Juan Ignacio Lema, esgrimió el jueves una auditoría de Eurocontrol en la que el organismo europeo dice ahora que el centro de control de Torrejón, el de más tráfico y del que depende Barajas, tiene capacidad para gestionar un 15% más de operaciones.

Culpas «injustas»
Aunque el pasado miércoles el ministro de Fomento, José Blanco, reconoció que la puntualidad no ha sido óptima en los dos últimos meses, apuntó que es «injusto» cargar todas las culpas sobre AENA y la falta de control aéreo pues, según aseguró, esgrimiendo la misma auditoría de Eurocontrol de Lema, en abril sólo fue responsable del 25% de los retrasos. En su opinión, hay otros culpables, como las compañías de «handling», operadores aeroportuarios y aerolíneas. A estas últimas es a las que señala de forma más clara. Y aunque no lo cita, piensa en Iberia.

La compañía está inmersa en un proceso de negociación con los pilotos sobre el nuevo convenio y el futuro modelo del negocio de corta y media distancia que estaría contribuyendo de forma importante a las demoras por una presunta huelga de celo de los pilotos. Y apunta un dato: la T4, la terminal desde la que opera, está 20 puntos por debajo en puntualidad que la T1, la T2 y la T3.
Sin embargo, tanto la aerolínea como el sindicato de pilotos (Sepla) han negado tal extremo. Fuentes del sector aseguran que si la T4 tiene más demoras es porque es el principal «hub» o centro al que llegan y del que salen vuelos internacionales, por lo que los retrasos en otros puntos le afectan de forma decisiva e insisten en la falta de controladores.

Sea de unos u otro la responsabilidad, la cuestión es si estos retrasos van a ir a más y a complicar el verano. el Ministerio de Fomento confía en que no será así. No obstante, ha puesto en marcha una serie de medidas para mejorar en un 10% la puntualidad de la red que, de algún modo, dan a entender que la plantilla de controladores anda justa. Así, por ejemplo, ampliará los turnos en los centros de control ubicados en Madrid, Barcelona, Palma, Gran Canaria y Valencia. Los controlares entrarán 45 minutos antes por la mañana y saldrán otros tantos más tarde por la noche. Además, redistribuirá los efectivos para destinar más a las zonas de mayor intensidad.

Plan de choque contra el caos
1. Distancia en vuelo. Reducirla para los aviones de ocho a cinco millas. 2. Más coordinación entre la Administración civil y la militar para crear nuevas redes y desdoblar las vías aéreas. 3. Reordenar plantillas. Aumento de controladores en las horas punta de tráfico, especialmente a primera hora de la mañana y a última de la tarde. 4. Recortes. Afectarían a los controladores en losperiodos nocturnos. 5. Optimización. Reordenar el número de trabajadores en puestos de supervisión para dedicarlos a funciones de control. 6. Plazos. Acortar la adaptación de los controladores a las nuevas torres.