Florentino Fernández
El humor de José Mota domina la última noche del año
Una Nochevieja televisiva más que hemos pasado sin Ramón García y su capa, aunque hubo evocaciones como la que hicieron los chicos de «Polònia, en TV3, vistiendo con la famosa prenda a su particular Artur Mas. Y no faltó el enésimo experimento de Telecinco para tratar de socavar el imperio absoluto de TVE en la última noche del año, donde ya parece tradición conectar con la pública para tomar las uvas en familia. Pero este año, con la implantación de la TDT, los telespectadores tenían muchas otras posibilidades y podían optar, además de ver el reloj de la Puerta del Sol desde otras cadenas, por rebuscar en el mando canales que proponían cine, series y otros espacios como alternativa.
Hace ahora un año, las campanadas que dieron paso a 2010 otorgaron a la cadena pública más de un 50% de «share» y, si bien habrá que esperar a conocer los datos de los audímetros, parece que también esta vez el humor de José Mota con su «2011. ¡Estamos contentos?», dio pocas oportunidades a la competencia. El humorista no defraudó y se superó incluso en esta edición, con una versión de la película «Pulp Fiction» para dar a conocer el secreto del pulpo Paul, plagada de humor, crítica política y social y parodias musicales. Y todo ello articulado con una excelente producción que aprovechó con ventaja la ausencia de publicidad. El cierre, en las campanadas, estuvo a cargo de la experiencia de Anne Igartiburu, con doblete de un José Mota que recogía los réditos ganados minutos antes con su espacio. Ambos cumplieron con las expectativas de la audiencia y retransmitieron con solidez la llegada de 2011.
En Antena 3, fieles a su perfil, optaron también por el humor con un especial del «Club de chiste» con nuevos invitados, rostros muy populares y algunos de los chistes más celebrados del año. El espacio mantuvo el ritmo y aguantó bien hasta que Sandra Daviú y Jorge Fernández tomaron el relevo para una eficaz retransmisión de las doce uvas, pensada en tono amable y desenfadado, pero fiel al smoking y al traje de noche.
Por lo contrario en Telecinco intentaron también este año romper a base de innovación, con sus tres guapas presentadoras, los «Ángeles de Telecinco»: Sara Carbonero, Marta Fernández y Pilar Rubio, que mostraron a las cámaras un antes, vestidas de calle, y un después con su ropa de fiesta, y poco más. Porque tampoco retransmitir las campanadas de Fin de Año da mucho de sí, al margen de poder comprobar en directo las tablas que sobran a unas y faltan a otra. Quizás para no arriesgar demasiado, Telecinco mantenía en la récamara a Belén Esteban y a Jorge Javier Vázquez en su especial «Última cena».
Este año no estuvieron en la Puerta del Sol, pero prácticamente daba lo mismo: la pareja mediática brilló en el decorado plató de «Sálvame», con sus invitados y sus novedades, donde ni el «glamour» de los trajes de noche y de las pajaritas, disfrazó la esencia del programa. La cadena volvió a apoyarse, de forma más que evidente, en la popularidad de Belén Esteban, su gran estrella para marcar algún punto más de «share».
Mientras en Cuatro los chicos de «Tonterías las justas», con Florentino Fernández al frente, ofrecían una alternativa a los espectadores, Ana Morgade y Berto, animaron en La Sexta con su especial humor a la audiencia de la cadena.
El primer programa del año fue ya otra cosa y mientras Antena 3 y Telecinco apostaban, más la primera, por novedosa, que la segunda, por una gala musical en condiciones, TVE echó mano de archivo e inundó la pantalla de nostalgia con viejos vídeos y los inolvidades Tip y Coll como grandes maestros de ceremonia.
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