Zapatero presume de avances sociales en el año de los recortes

MADRID- El jefe del Gobierno, que rehusó desvelar su futuro político, compareció ayer en su tradicional rueda de prensa de balance de final de año, el más duro, sin duda, desde que llegó a La Moncloa, con la mirada puesta en los mercados, los sindicatos, el PP y la próxima cita con las urnas. Dolido con las críticas que le acusan de ser el artífice de los mayores retrocesos sociales de la historia democrática española, se presentó como el presidente que mayores avances sociales ha logrado. Como botón de muestra, citó la consolidación en 2011 de la subida de las pensiones del 1,3% y el alza en el mismo porcentaje del SMI aprobado por el Ejecutivo.

Consciente de que el debate de las reformas es de «gran intensidad» para la ciudadanía y que, por tanto, puede pasar factura electoral al PSOE, redoblará sus esfuerzos para minimizar su impacto. Para ello, comparecerá, a petición propia, en el pleno del Congreso de los Diputados para presentar un informe «exhaustivo» de los avances sociales protagonizados por sus Ejecutivos desde 2004 y las perspectivas de futuro.

Eso sí, advirtió de que las reformas son «imprescindibles» para «mantener y extender el Estado del Bienestar». Llegado este punto, invocó un amplio consenso político en su aprobación, especialmente, en la de las pensiones, que le costará, con toda seguridad, su segunda huelga general. «El PSOE es un partido que siempre se la juega por España». Por eso pidió al PP que también «se moje, que juegue a largo plazo y no a corto». «Merece la pena. Hablamos de garantizar a los más jóvenes una pensión digna», avisó.

Reactivación débil y lenta
El balance que realizó Zapatero del «difícil y duro» año 2010, como no podía ser de otra manera, fue estrictamente económico y concentrado en la crisis. En ese sentido, se mostró prudente y evitó lanzar las campanas al vuelo, pese a que en ningún trimestre de este ejercicio se registrará un dato negativo del PIB. Es decir que en el cuarto trimestre la economía volverá a crecer. No obstante, con la experiencia pasada sobre sus hombros, advirtió de que este crecimiento es y será aún «lento y débil». «Nos queda una tarea muy decisiva para consolidar y fortalecer esta débil recuperación». Es más, reconoció que no hemos entrado en la senda de la creación neta de empleo.

Desequilibrios en cintura
José Luis Rodríguez Zapatero tuvo en todo momento presente que no sólo la opinión pública, a la que se dirigió en innumerables ocasiones, siguió su balance, sino también los mercados. Por ello, consideró cumplido el «gran objetivo» de 2010: meter en cintura a los desequilibrios de la economía española, agudizados por la crisis financiera. Y es que la evolución presenta datos alentadores en la corrección de los mismos. Para empezar, el déficit exterior se ha reducido a la mitad. Es decir, «ahora dependemos menos del ahorro externo para financiarnos». A su juicio, éste era el mayor desequilibrio en el período 1995-2008. Ahora, «España tiene la oportunidad de ser independiente. Tarea de todos». Por eso prometió emplearse a fondo en la consecución de mayor acuerdo posible para la correción de estos desequilibrios. Además, insistió en que el Gobierno cumplirá su compromiso adquirido con Bruselas de déficit público en 2010 y en 2011, gracias a un «gran esfuerzo de austeridad imprescindible y necesario». Se trata de generar confianza en la economía y garantizar unas cuentas viables a medio y largo plazo.

Reforma laboral
Pospuso sus efectos positivos hasta que la economía se recupere con «algo de mayor intensidad».

Sistema financiero
Zapatero advirtió de que su reordenación se ha completado a 24 de diciembre. «Pero la tarea no ha concluido. Tiene que existir una transparencia permanente». Acto seguido, invitó a las cajas a fortalecer su capital como antídoto contra riesgos futuros. Por eso en el primer semestre del año deberán consolidar y mejorar su solvencia, credibilidad y adaptarse al menor tamaño que deben tener.

Pensiones
La mayor parte de su comparecencia giró alrededor de la futura reforma de las pensiones. En su primera intervención la consideró «imprescincible», con el objetivo claro de acomodarse a las reformas de los países europeos. Por eso alertó de que en 2025-2030 el gasto en pensiones español deberá situarse en la media europea. De lo contrario, España gastará tres puntos de PIB más en esos años que los países europeos. En un intento por ser didáctico, explicó que en ese plazo se jubilará la generación más extensa de España. Y prometió flexibilidad y progresividad en la reforma en un guiño claro a los sindicatos. Y en otro a los mercados apuntó a que al acometerla recuperaremos la confianza.

Transitorio hasta 2027
Casi al final de la rueda de prensa, aprovechó una pregunta sobre una eventual huelga general contra la reforma para volver su mirada hacia los sindicatos. Sin que nadie se lo preguntara, aclaró que el período transitorio de aplicación de la reforma comenzará en 2013 y concluirá en 2027. Es decir que a partir de finalizar el mismo, en 2028, se implantará en España la jubilación obligatoria a los 67 años. Sin embargo, en el anteproyecto de ley figura que será en 2029 cuando sea obligatorio jubilarse a los 67 años. Además, la reforma entrará en vigor en 2012, ejercicio que también se puede considerar transitorio, aunque en el mismo no cambiarán los requisitos para la jubilación. Hasta 2027 se tendrá en cuenta los años cotizados y el tipo de trabajo que se realice. «Hace 15 años se reformó el sistema y tuvo contestación social. 15 años después se ha comprobado que la reforma era adecuada», advirtió.

«Ley Sinde»
El Gobierno buscará el consenso lo antes posible.

Fin de la Alarma
«No ha habido alarma, más bien tranquilidad», avisó. Dicho lo dicho, aseguró que habrá acuerdo con los controladores y, por tanto, descartó la prórroga de la prórroga del Estado de Alarma, que concluye el 15 de enero.

ETA
El Gobierno espera el cese absoluto y definitivo de la violencia. Mientras, mantiene el pacto antiETA con acuerdo de los partidos y con firmeza.

Los datos que rebaten al presidente
11,1% del PIB
- Ése fue el déficit público que se registró en 2009. Sin embargo, el mismo mes de diciembre se negaba que se fuera a llegar a esa cifra.

9,2% del PIB
- El Gobierno cree que podrá cumplir su previsión de situar este año el déficit público en el 9,2%. Sin embargo, Cataluña ya ha advertido de que no cumplirá su objetivo.

1,3% de subida del SMI
- El Consejo de Ministros aprobó ayer un alza del SMI para 2011 un punto inferior a la inflación registrada hasta noviembre. Por tanto, los trabajadores que cobren el SMI no mantendrán el poder adquisitivo, una de las promesas electorales con las que llegó a La Moncloa en 2004.