Murcia

El director general

La Razón
La RazónLa Razón

Los autores de la brutal agresión al consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, andan sueltos, y, mientras los delincuentes estén libres, los ciudadanos honrados seguiremos con el miedo en el cuerpo. Ayer se archivaron las diligencias contra el único detenido por falta de pruebas. No digo que fuera ese sujeto el culpable de la agresión, ni tampoco lo dice el consejero. Son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado quienes deben aportar las pruebas al juez para que éste determine las responsabilidades y proceda a ordenar la detención del autor/es materiales, para eso están y para eso se les paga, empezando por el delegado del Gobierno y acabando por los responsables policiales. Anteayer estuvo en Murcia, precisamente, el director general del Benemérito Instituto y de la Policía Nacional, Francisco Javier Velázquez, quien al verse sorprendido por algunas preguntas de los periodistas optó por aplicar el «hoy no toca» e «infórmese mejor». La falta de buenos modales y especialmente el respeto a los profesionales que hacen dignamente su trabajo, no es de recibo por quienes son «digitalmente» llamados a ocupar altas responsabilidades en Interior. Pero, además, demostró saber bien poco de Murcia al confundir a Nuria Fuentes con Miguel Ángel Cámara y referirse a la concejal de Seguridad como «la alcaldesa», y encima desconocer cómo iba la investigación sobre Pedro Alberto Cruz. Tampoco habló de lo que es la «comidilla» en los acuartelamientos y comisarías sobre la posible unificación de ambos cuerpos, ni de los robos en los campos de la Región, ni de los asaltos a joyerías. De su departamento parece desconocer muchas cosas aunque sepa esquivar las preguntas de algunos periodistas. Todo va bien, dijo. Eso sí, tras machacar a los profesionales de los medios y asegurar pomposamente que los agresores del consejero serán detenidos en su momento. ¿Sabrá él cuándo? A la vista de lo sucedido en su visita a la Comisaría de El Carmen mucho nos tememos que las detenciones van para largo y quién sabe si se producirán por mucho que él diga que será en breve.