Sevilla
«A foto fija de hoy no van a entrar más cofradías en la Semana Santa»
«Rara vez un arzobispo se ha opuesto al nombramiento de un pregonero»
SEVILLA- Hoy es Miércoles de Ceniza y la ciudad se prepara para sus días grandes. La de 2011 fue una Semana Santa mutilada por la lluvia, por lo que este año se espera con más ilusión, si cabe, que las cofradías salgan a la calle. El presidente del Consejo de Hermandades, Adolfo Arenas, hace balance de los frentes que tiene abiertos la institución antes de que expire su primer mandato.
–¿Cruzamos los dedos para que la cuaresma se desarrolle con tranquilidad?
–Espero que vivamos una cuaresma tal y como se espera de los cofrades, cristianos y personas que profesamos esta fe. Debemos hacer de nuestra vida interior una reflexión continua. Nos hace mucha falta que desaparezcan de nuestra vida tantas tensiones que vemos nada más asomarnos a la calle.
–El proyecto de estatutos del Consejo está casi concluido, ¿tendrá la institución más capacidad intervencionista?
–A mi modo de ver, el Consejo anda actualmente de una forma errática. No tiene normas por las que regirse. La vida ha cambiado y las hermandades también. Los estatutos serán lo que las hermandades quieran que sean. No es una norma intervencionista, establece procedimientos y competencias.
–La elección del pregonero, que debe contar con el visto bueno del arzobispo, es uno de los asuntos más controvertidos. Algunos lo consideran una injerencia de la Autoridad Eclesiástica.
–El arzobispo lo único que va a hacer es lo que ha estado haciendo siempre. De toda la vida se ha seleccionado a un pregonero y se ha llamado inmediatamente al arzobispo para decirle que «la junta superior considera que tal persona puede ser pregonero». Y naturalmente ha podido optar. Y estaría bueno que no pudiera hacerlo. No hay que dramatizar. Rara vez un arzobispo se ha opuesto al nombramiento de un pregonero, pero si digo rara vez es que alguna vez lo habrá hecho...
–¿Habrá un mejor reparto de las subvenciones con la nueva norma?
–Si el proyecto prospera entrará el concepto de solidaridad. De alguna manera estaba implícito, pero ahora estará explícito. Esto significa una bocanada de aire fresco. Las hermandades no van a renunciar a nada. Buscamos la verdadera y auténtica caridad, que enriquece a todos.
–El Ayuntamiento ha mostrado su disposición de no intervenir demasiado en la organización de la Semana Santa, sino tan sólo en gestionar los servicios públicos. ¿Cómo son las relaciones con el nuevo Gobierno de Zoido?
–Muy buenas y espero que vayan a más. Tanto las relaciones que mantienen las hermandades como el propio Consejo. Esto es algo esperanzador.
–¿Cuándo será una realidad la nueva sede de la institución en San Hermenegildo?
–Las cosas no son tan simples como un toma y daca. Sería un acto de irresponsabilidad, tanto como por el que da como por el que recibe. El tema está vivo y está sometiéndose a estudio. Tenemos el ofrecimiento del alcalde y nosotros nos sentimos seguros con esto. También estamos haciendo valoraciones en todos los sentidos, tanto en el ámbito económico como analizando las posibles utilidades. Hacemos números para que, cuando llegue el momento, hagamos el planteamiento adecuado a una asamblea general, que es la que decidirá. Hay que tener en cuenta que cualquier carga que se le eche al Consejo irá en perjuicio de las hermandades, que es tanto como decir que va a ir en perjuicio de las asistencias que prestan. Ésta es la parte sensible.
–El Arzobispado acaba de otorgar el carácter penitencial a la hermandad de San José Obrero y hay dos –La Misión y Pino Montano– que están llamando a la puerta para incorporarse a la Semana Santa. ¿Se plantea alguna nueva inclusión a corto, medio o largo plazo?
–No entrarán más cofradías en las circunstancias actuales. ¿Van a continuar las mismas circunstancias y hechos? ¿El entorno va a seguir siendo el mismo? Si alguien tiene esa respuesta, mi respuesta será la misma. La junta superior del Consejo no tiene capacidad para decidir esto, pero ¿son las hermandades las que sí la tienen? ¿Hay más elementos, instituciones o circunstancias que hagan que la respuesta no sea definitiva? A foto fija de hoy, no. No la toquemos más que así es la rosa.
–Pero esas circunstancias se pueden prever e incluso regular.
–Están reguladas en los estatutos. Si la foto fija cambia en un momento dado, habrá que tomar posturas diferentes. Los estatutos darán muchas respuestas.
–¿La Semana Santa está viviendo una crisis espiritual o de valores?
–¿Ha habido un momento en la historia en el que no se haya hablado de que la Semana Santa tiene una crisis de valores? La palabra crisis significa lucha. Esto es positivo, genera actividad y futuro. La pasividad no es buena. Lo que hay que hacer es una buena adecuación de las crisis de valores para saber seleccionar y separar la hierba buena de la menos buena.
–¿Le ha extrañado el revuelo que se ha generado en torno a Maruja Vilches, primera hermana mayor de una cofradía de penitencia?
–Me parece perfecto que ostente este cargo, con una observación: no creo en las cuotas. El que vale vale. Es un asunto de capacidades. Maruja Vilches es una mujer perfectamente capaz y, como ella, sin duda hay muchas mujeres que son capaces. En las cosas de cofradías, lo más sabio que hay es que no tienen prisas. Saben hacer las cosas con mucha calma.
–Ha mostrado su intención de revalidar su cargo, ¿se siente arropado por las hermandades?
–Eso se sabrá en el momento en el que se introduce el voto. Mientras no, porque está la discreción y las cofradías solemos ser muy discretas. No va a haber por ahí hermanos mayores a montones diciendo «vete a tu casa» ni tampoco «preséntate».
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