Grupos
Explicar la mili
Con el fin de la mili se acabó también una oportunidad, obligada, de sumar al nombre y los dos apellidos, un par folios de biografía. Entonces se podía decir que uno había estado en Cerro Muriano y luego se volvía a su pueblo y ya se echaba a morir a la edad de treinta años. Desde el XIX la milicia era un camino y un prestigio: el de aquellos que paradójicamente arriesgaban la vida para ganarla. Hoy, como el valor y la hombría están en precario, uno tiene la tentación de inventar que hizo la mili, cuando no pasó ni por la cantina. Digamos, aquel aprendizaje en el que, desclasados y reclutas todos, cobraba valor la inquietud: «Muchas veces me cuestiono, si no fuera por los demás, ¿qué sabríamos de nosotros mismos?». La ministra de Defensa celebra la supresión del Servicio Militar como un sueño de adolescencia de carpeta del BUP, sabiendo que no verá cumplidas las ansias lennonianas de irrumpir con Los Beatles en los cuarteles para cantar «Give peace a chance». Ella, que es de la quinta de la prestación social sustitutoria y la objeción, más que de la del paso adelante. El tiempo son los hijos y cuando al mirarte en el espejo aparecen las arrugas de tu padre. Los hijos hacen preguntas del pasado («¿Qué son las pesetas?) y otras cuestiones que sólo se pueden responder mal o a medias. Así que espero que hoy cuando vuelva a casa la mía esté sopa.
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