Un fracaso económico

Las dos últimas legislaturas socialistas han resultado un desastre económico que se ha llevado por delante algunos de los avances sociales conseguidos en épocas de bonanza. No obstante, muchos españoles consideran un gran paso el dado en asuntos relacionados con políticas de género, matrimonio homosexual, aborto, Memoria Histórica…que al mismo tiempo han supuesto un gran coste social pues han fomentado la crispación y el enfrentamiento entre españoles. Con una excepción: la ley de dependencia que apenas ha podido ser aplicada por la crisis económica. Y es que España, con la tasa de paro más alta de la Europa de los doce, un déficit público desbordado y una gran falta de credibilidad por las sorpresas y la falta de predicción está incapacitado para abordar iniciativas positivas. El Gobierno se ha limitado a evitar que corriéramos la misma suerte que Grecia, Portugal o Irlanda. Un déficit del 11% es una ratonera para cualquier economía y como no se redujo a tiempo, los «mercados» actuaron como era de prever, atacando a España por su extrema debilidad. La situación actual procede del despilfarro: 2.000 euros por nacimiento o 400 de regalo en campaña electoral. O los más de 7.000 gastados en el plan «E», que obligaron a congelar las pensiones y a bajar el sueldo de los funcionarios. El Gobierno pretende echarle la culpa a Europa, pero si hubiera tomado decisiones responsables, Europa no se hubiera visto obligada a «intervenirnos y ponernos deberes».