Merece rechazo y sanción por Benigno Blanco

Que el abogado defensor de un presunto delincuente afirme –como hace la defensa del doctor Morín– que su cliente es un santo varón, que jamás ha matado una mosca ni violado ninguna ley no es sorprendente, pues para eso le pagan. Pero los hechos son los hechos; y los que han trascendido de la praxis de las clínicas de Morín ponen los pelos de punta por el sistemático incumplimiento de la legislación vigente, incluso aunque a hechos anteriores a 2010 se les aplique la nueva norma de ese año que es de las más permisivas de Europa. Quien viola las leyes vigentes y sus compromisos deontológicos en un tema tan grave como el respeto a la vida y además lo hace por una finalidad meramente lucrativa merece rechazo y sanción. Las clínicas del aborto no pueden ser islas ajenas al Estado de Derecho e inmunes al control del poder judicial. En nuestro país ha habido desde 1985 una violación sistemática de la ley del aborto al amparo del presunto riesgo para la salud síquica de la mujer en muchas de las clínicas privadas que han convertido el aborto en un mero negocio. Pero por lo que sabemos del doctor Morín, él se ha saltado incluso estos tristes estándares y merece que se le aplique la ley penal.

Ahora que el Gobierno acaba de anunciar una reforma de la legislación del aborto para adaptarla a las exigencias del TC en materia del derecho a la vida, resulta especialmente conveniente que los tribunales ejerzan su función de defensores de la Constitución, caiga el Morín que caiga. Ojalá se acabe ya la impunidad con que los negociantes del aborto han actuado tantos años en España mientras los poderes públicos miraban para otro lado.
 

Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia