Viera sin coartada: ordenó el pago de una ayuda del «fondo de reptiles»

SEVILLA- Nueva documentación compromete a José Antonio Viera con el uso irregular, arbitrario y discrecional del fondo de reptiles. El ex consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico ha defendido hasta ahora que los convenios de colaboración que auspiciaban la salida del dinero público sin los mecanismos de control exigidos por la Intervención General de la Junta se negociaban y firmaban por el ex director general Francisco Javier Guerrero, imputado en la causa. El actual secretario provincial del PSOE de Sevilla ha alegado que él, como máximo responsable de la Consejería y del IFA, el ente instrumental mediante el que se pagaba el dinero a los beneficiarios de los ERE y a las empresas, se limitaba a ratificar lo que el centro directivo le proponía y siempre con el beneplácito de los servicios jurídicos de la Administración andaluza. El PP presentó ayer una prueba –que trasladará a la juez– de que esto no era así. Al menos en una ocasión ya hay constancia documental de que el proceso fue a la inversa: Viera pactó una ayuda con cargo al «fondo de reptiles» y su subordinado Francisco Javier Guerrero cumplió el encargo.

Los hechos son reveladores. El 17 de noviembre de 2003, el entonces consejero de Empleo firmó un protocolo de colaboración con el alcalde del Ayuntamiento de Coria del Río (Sevilla), gobernado por el PSOE. Sólo un día más tarde, el ex director general de Trabajo y Seguridad Social selló el convenio de colaboración con el IFA para que el ente instrumental abonara al Consistorio sevillano los 72.121 euros acordados por Viera. La relación causa-efecto es inmediata.

Como es habitual en todas las subvenciones concedidas con cargo a la partida 31L –700 millones entre 2001 y 2010 para pagar prejubilaciones y ayudas directas a empresas– no existió fiscalización posterior para garantizar el buen uso del dinero. El protocolo era de lo más inconcreto. Establecía el abono para «la confección del estudio de viabilidad para el desarrollo de la actividad productiva y el empleo en la localidad». En otro punto argumentaba que «la localidad de Coria del Río está experimentando un importante incremento de población y aún más relevante es el incremento de actividad productiva en su entorno». Es por eso que el alcalde José Vicente Franco solicitó «una ayuda específica para la contratación de un servicio externo, que haga un estudio en profundidad de todas las actuaciones y posibilidades necesarias para que se produzca desarrollo ordenado en la actividad presente y futura de esta localidad». No existían bases ni convocatoria pública de estos fondos: ¿cómo se enteró el alcalde de que existía esta línea de subvenciones en la Junta de Andalucía?

El convenio de colaboración posterior repite frases textuales del protocolo que firmó Viera. No fue además la única ayuda que recibió este municipio sevillano. En el auto de 27 de septiembre, la juez Mercedes Alaya reclamó a la Junta de Andalucía los expedientes correspondientes a los incentivos con cargo a la partida de ayudas sociolaborales que recibieron varios consistorios. En el caso de Coria, fueron dos por un importe total de 132.121 euros.

Para el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, se demuestra que Guerrero era «un mandado» y que era el consejero el que decidía el uso del dinero.

El Ayuntamiento aprobó una comisión de investigación
José Antonio Viera tiene una estrecha vinculación con Coria del Río. Allí se casó en mayo de 2010 y posee una vivienda sobre la que le concedieron una hipoteca de 264.000 euros. Tras las últimas elecciones, el alcalde, José Vicente Franco –diputado con cargo en la Diputación de Sevilla–, gobierna en minoría y ha hecho caso omiso a la creación de una comisión de investigación sobre las ayudas que recibió del «fondo de reptiles» pese a que así lo aprobó el Pleno con el apoyo de la oposición.