Asia

Pekín

EEUU y China obligados a entenderse

El presidente estadounidense, Barack Obama, dio por concluida ayer una gira de nueve días por el Pacífico durante la que EEUU ha sellado importantes acuerdos militares, económicos y diplomáticos con varios países de la región, desde Indonesia a Australia, pasando por Birmania.

Barack Obama y el presidente chino, Hu Jintao
Barack Obama y el presidente chino, Hu Jintaolarazon

La hiperactividad norteamericana en Asia halaga a nuevos y viejos aliados, pero despierta recelos en Pekín, donde el "giro hacia Oriente"de Washington se interpreta como una manera de contrapesar el auge económico y la posición cada vez más hegemónica de China en la región. La prensa oficial del régimen volvió a atacar ayer acusando a Obama de estar aplicando una "lógica de la Guerra Fría".

La primera y la segunda potencia mundial acumulan motivos para el desencuentro (del yuan a las tarifas arancelarias) y recelan mutuamente, pero también se necesitan más que nunca a causa de su interdependencia económica. Así, y como ya es frecuente, la tensión no obstaculizó una intensa, y en apariencia amistosa, actividad diplomática, escenificada con que dos reuniones a alto nivel en cuestión de pocos días. Si el fin de semana pasado Obama estrechó la mano del presidente chino Hu Jintao, ayer hizo lo propio con el primer
ministro, Wen Jiabao.

Palmaditas en la espalda
En ambos encuentros se abordaron algunos de los temas más espinosos en las relaciones, pero al menos de cara a la galería se concluyó con palmaditas en la espalda. En boca del consejero de seguridad de la Casa Blanca, Tom Donilon, Washington calificó la actitud de China como "constructiva"en relación a las disputas en el Mar del Sur que han enrarecido el ambiente en los meses.

Lo cierto es que el control de esta ruta comercial estratégica, por la que transitan 6.000 millones de dólares anuales y en la que el gigante asiático mantienen contenciosos territoriales con sus vecinos (principalmente con Vietnam y Filipinas), ha sido uno de los
principales puntos de fricción durante toda la gira asiática de Obama. El propio Wen Jiabao había pedido el viernes que Estados Unidos se mantenga al margen de un problema que queda muy lejos de sus fronteras. Y Obama replicó ayer asegurando que necesita asegurarse de que estas rutas marítimas permanecen "abiertas y en paz".

Haciendo balance, Donilon admitió que las relaciones entre China y EEUU son "muy complicadas y bastante sustanciales en todas las áreas". Y añadió: "Una región estable y pacífica es algo que conviene a todo el mundo, incluida China". Lo cierto es que el gigante asiático es el primer tenedor extranjero de deuda pública estadounidense y ambos países sostienen el intercambio comercial más intenso del planeta.

Mientras sus lazos económicos sigan fortaleciéndose, las dos potencias están obligadas a entenderse.