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Jiménez traslada la responsabilidad a Naciones Unidas

La intervención marroquí sorprendió a la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, durante su viaje oficial a Bolivia.

Jiménez en su visita a Bolivia
Jiménez en su visita a Bolivialarazon

Tras hacer un llamamiento «a la contención y a la calma», la titular de Exteriores explicó que el desmantelamiento del campamento saharaui tenía «trascendencia internacional» y que, por lo tanto, no debía abordarse de manera bilateral entre España y Marruecos. «Creo –explicó Jiménez– que el asunto debe ser tratado por el Consejo de Seguridad de la ONU, y que la actual presidencia británica podría adoptar alguna decisión para convocarlo de forma inmediata».

En España, sin embargo, las reacciones han sido mucho menos templadas, especialmente entre los partidos que, como el PNV, IU o Coalición Canaria, mantienen estrechas relaciones con el Frente Polisario y los grupos de resistencia saharaui. Así, cinco partidos (ERC-IU-ICV, UPyD, Nafarroa Bai y BNG) han pedido la comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras que el Partido Popular y el PNV reclaman la de la ministra de Exteriores para que «explique la situación».

Indignación
Otras muchas voces se han levantado indignadas por la intervención marroquí y contra la férrea censura que aplica Rabat. Así, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) exigió que España presentara una protesta formal del Ministerio de Asuntos Exteriores ante el Gobierno marroquí, por las dificultades que impone a la labor de los informadores españoles. En un comunicado, la federación denuncia la campaña de acoso que a su juicio «sufren los periodistas españoles», a fin de condicionar la cobertura que realizan sobre los asuntos marroquíes. Igualmente, los sindicatos UGT y CC OO han hecho público un duro comunicado conjunto en el que exigen al Gobierno español y a la UE que intervengan en el conflicto saharaui para detener la escalada de violencia.