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Español universal

La Razón
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Afortunadamente contamos en estos momentos con más españoles universales que nunca. Pero sin duda alguna Plácido Domingo es uno de los auténticos grandes de España en el mundo. Ha unido a sus estudios, su técnica, su arte, un sentido muy americano del espectáculo, por eso no se ha conformado con los grandes teatros de ópera. Ha sabido crear plataformas que llegaran a muchos cientos de millones de personas, lo ha hecho a través de conciertos multitudinarios televisados, películas y grandes espectáculos audiovisuales. No hay un lugar en el mundo donde Plácido no sea conocido y respetado. Acaba de cumplir 70 años y en España se multiplican los homenajes con almuerzo con los Reyes incluido. Pero fue en Sevilla donde lo celebró con su familia, sus amigas Isabel y Carmen Cobo montaron en su fastuosa casa una gran cena. Plácido y su mujer, Marta, vinieron con sus hijos, nueras, familiares y amigos directamente de México. Los Marqueses de Benamejí y Carmen Cobo invitaron a un grupo de amigos de Madrid y Sevilla: la Duquesa Cayetana, Curro Romero, Carmen Tello, Alfonso Díez, Pascual Álvarez y Marta Talegón, Tomás Terry, Nati y Ana María Abascal, Pedro Halffter... Con este grupo tan estupendo compartí mesa y mantel. También estaban Loli Reina, Ana Gamazo, Mercedes Domecq, los Duques de Segorbe, Luis Medina, María Niebla del Toro, Ignacio Sánchez Dalp... A los postres, en un salón que se había decorado como una sala de concierto, felicitaron a Plácido, Ainhoa Arteta, Mariola Cantarero e Israel Lozano, tres grandes figuras de la lírica mundial. Lo hicieron con el brindis de la Traviata, Plácido agradeció el homenaje y brindó con todos los asistentes. Luego vinieron arias de Puccini y un remate españolisimo con fragmento del «Gato montés». No podía faltar la copla que tanto gusta al tenor, Joana Jiménez paró los «pursos» de todos. Plácido se emocionó muchísimo. Todavía faltaban más sorpresas, pasamos a una auténtica caseta de feria que se había montado en otra sala. Ahí «Los Caminantes» dieron paso a las sevillanas, rumbas y bulerías que bailó todo el mundo, incluido Plácido y su familia. Noche inolvidable con el arte por divisa.