Antonio Silva cargó 317 euros en un taxi a Giralda estando ya destituido

La cronología de los hechos es la siguiente: Antonio Silva fue destituido de su cargo como director de Giralda TV el 28 de junio, tras la llegada del PP al Gobierno municipal. En el acta del Consejo de Administración, consta expresamente que «Antonio Silva de Pablos se da por enterado de su cese como director general». Los 20.000 euros de indemnización como blindaje de su bienio al frente de la televisión local también dan fe de su despido.

Dos días después de su destitución, el 30 de junio, según fuentes de la cadena, Antonio Silva solicita un ticket para taxis en Giralda TV, pero se le deniega. Al recibir el balance de cuentas de transporte, en el detalle de los taxis de las productoras –en concreto, Adsat– se observa un importe –316,92 euros– que supone prácticamente la tercera parte del gasto total –920,47 euros– del mes. Al consultar el recibo de ese servicio, se observa que pertenece a un viaje Sevilla-Cáceres-Sevilla con dos horas y media de espera. Las preguntas lógicas que se deriva del hecho –lo que se preguntaron los nuevos gestores de Giralda TV– fueron: «quién» y «para qué» alguien de la televisión pública de Sevilla tiene que trasladarse a Extremadura. Al indagar, la empresa descubrió que la persona que realizó ese viaje, a cargo de una productora de Giralda –que, a su vez, le pasa el gasto de locomoción al ente municipal–, fue Antonio Silva.

El 30 de junio de 2011, casualmente, se celebró una asamblea general extraordinaria de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Extremadura. Casualmente también, el ex director de Giralda TV contaba con plaza en la Caja de Extremadura dentro de los representantes del grupo de corporaciones municipales. El taxi, según reza en la factura, aguardó dos horas y media –lo que viene a durar un consejo de este tipo– a Antonio Silva de Pablos, para regresar de nuevo a Sevilla.

Huelga decirlo, la Caja de Extremadura dispone de unas dietas para el transporte de sus consejeros. En el artículo 33 del reglamento interno de funcionamiento –bajo, también curiosamente, el epígrafe «principio de gratuidad»– recoge que «la cuantía de las dietas será fijada, a propuesta del Consejo de Administración, por la Asamblea General, no pudiendo exceder los límites máximos autorizados, con carácter general por la Consejería de la Junta de Extremadura competente en la materia». En el caso de Silva, pese a las dietas, esta vez, y no se sabe cuántas, pagó Giralda TV. «Gratis, cueste lo que cueste» al contribuyente.