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«A mi abuelo Fraga no le hacía gracia el piercing»

Aunque la nieta preferida del fallecido fundador del PP no descarta entrar en la política, a sus 18 años da sus primeros pasos frente a las cámaras

«A mi abuelo Fraga no le hacía gracia el piercing»
«A mi abuelo Fraga no le hacía gracia el piercing»larazon

Era la nieta preferida de Manuel Fraga y acaba de aterrizar en Madrid para estudiar Derecho. Se llama Adriana Mosquera Fraga –hija de Adriana, la benjamina del inolvidable político gallego– pero todas la conocen como Kikola (un mote cariñoso que procede de la palabra «kika» usada para el cuidado de las gallinas en Galicia), una joven de dieciocho años (nació el 24 de septiembre de 1993) y larga melena rubia que, en su primera entrevista concedida en la presentación de la cantante Anamor, accedió a ofrecernos con desparpajo un cariñoso retrato de su abuelo, el «único paterno que he conocido» como ella dice, y a desvelarnos, para sorpresa nuestra, su sueño de trabajar como modelo en el mundo de la publicidad y la fotografía.

–¿Qué cree que habría pensado de ello su abuelo?
–La verdad es que en nuestra familia no ha habido mucha gente que se haya inclinado por el mundo de la moda, pero me parece que no le habría importado. Es más, lo único que quería era verme feliz y, además, veía posibilidades en mí.

–Y, sin embargo, le aconsejó que encaminará sus pasos hacia el mundo del Derecho.
–Sí, fue uno de los últimos consejos que me dio y lo voy a seguir a pie juntillas. Comenzaré la carrera el próximo año, porque según sus palabras era lo que ofrecía más salidas.

–¿Una de ellas puede ser la política?
–No lo descarto, aunque si lo hiciera sería más adelante. Ahora mismo, si te digo la verdad, no sé muy bien qué es lo que haré, porque ni siquiera he comenzado los estudios universitarios. Quizá oposite… Con el paso del tiempo se verá.

–Hablando de política, ¿una joven como usted comulgaba con las ideas de su abuelo?
–Este año me he estrenado en las urnas y he dado mi apoyo al PP. Reconozco que cuando era pequeña no me daba cuenta de nada, puesto que mi relación no iba más allá de la de nieta y abuelo. De lo que sí me daba cuenta, en cambio, era de que él era un hombre muy serio y muy dedicado y entregado a su trabajo, aunque cuando entraba en casa era muy familiar. Por otra parte, como político, no creo que haya actuado con mala fe nunca. Habrá cometido sus errores, qué duda cabe, pero me río de todas las cosas fuertes de las que se le ha acusado sin apenas conocerle.

–Ayúdenos a conocerle mejor. ¿Era un hombre duro?
-–¡Qué va! Eso era pura y dura fachada. Con sus amigos y su familia no era como decían en la tele, donde parecía que poseía mucha fuerza y carácter. Te aseguró que a mí nunca me regañó. Me llamaba siempre su «angelito» y la «niña del pelo bonito». En serio, mi abuelo era un hombre interesante y muy bueno. Todo le parecía bien.

–Creo que lo que menos gracia le hizo fue lo del piercing que luce en la nariz.
-(Risas) Es cierto. Cuando me lo vio, se quedó pensativo y, después de un breve silencio, me dijo: «Podríamos tener un largo debate sobre ello». Pero me dejó….

–Es la única nieta que vivió con él y por tanto, como dice, su favorita. ¿Cómo lleva su ausencia?
–Yo, particularmente, muy mal. Ha sido la pérdida más importante de mi vida, era un padre para mí. Viví con él seis años y pasábamos mucho tiempo juntos.

–¿Qué les gustaba hacer juntos?
–Solíamos cenar, compartíamos paseos por el jardín donde me cortaba flores y me enseñó a jugar al dominó.

–¿Ha disfrutado, entonces, de una infancia feliz?
–Sí, estoy muy orgullosa de mi familia y de mi abuelo. Me da pena no haberme documentado antes y no haber mantenido conversaciones con él sobre derecho, política… Nunca abordábamos ese tipo de temas, aunque posteriormente tuve que estudiarle en el colegio, lo cual no oculto que me sorprendía.

–¿Estaba muy pendiente de sus estudios?
–Sí, muchísimo. Si sacaba menos de un siete no se lo contaba. Le decía que todo eran sobresalientes y entonces se quedaba tranquilo. Y también hacía lo mismo si tenía algún problema de salud. Cuando estaba resfriada, por ejemplo, se lo ocultaba, porque si no se preocupaba mucho.

–¿Qué destacaría de él?
–Su esfuerzo. Siempre me ha dicho que con esfuerzo se alcanza todo lo que uno se propone.

–¿Le ha hecho especial ser la nieta de quien es?
–En absoluto. De pequeña, cuando no tenía idea de nada, confieso que me llamaba la atención verlo, por ejemplo, en los informativos, mientras estaba sentado en el sofá junto a mí. «¡Cómo puedes estar en los dos lados!», exclamaba muchas veces. Y los niños mayores de mi colegio me hacían comentarios que yo no entendía. «Es mi abuelito, qué me estáis contando», decía yo. Sabía que era el presidente de la Xunta de Galicia por los escoltas que llevaba, pero nada más.

–Ahora es usted, en sus primeros paso como modelo, quien puede convertirse en un personaje famoso. ¿Cómo lo afronta?
–Soy de La Coruña y allí todo el mundo me veía como la nieta de Manuel Fraga. Sin embargo, no me consideraba famosa, así que ahora tampoco sé cómo voy a llevar el poder alcanzar la fama. Yo creo que no daría miedo, siempre y cuando no se profundice en mi vida personal.

Debut social
- Su presentación en sociedad ha tenido lugar esta semana en la sala madrileña Moma, en el concierto de Anamor, la artista italiana que busca su hueco en nuestro país con su trabajo «Ciérrame en tu cama».
- Para ello se ha puesto en manos de Susana Uribarri, representante de «celebrities», que le augura un futuro prometedor como modelo.


La favorita de Don Manuel
Sus inmensos ojos verdes evocan las aguas de los mares de su Galicia natal. Ahora ha empezado a leer los libros que otros escribieron sobre su abuelo. Adriana es una joven dulce, enormemente optimista, muy confiada y extrovertida. Le gusta el cine y las películas de Tarantino porque «nunca me defraudan». Como a todos los jóvenes le gusta salir de fiesta con los amigos. Un día le preguntó a su abuelo si él cuando era joven iba de bares y Fraga le contestó con su estilo característico: «Yo no iba de bares, iba de bibliotecas». Su facilidad por los idiomas le ha llevado a estudiar portugués, inglés y ahora cursa un intensivo de alemán. Seguirá los consejos de su abuelo y estudiará Derecho el próximo año mientras da los primeros pasos en el mundo de la moda. La firma gallega Inditex figura entre sus favoritas. Informa C.S.M