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«Hay más posibilidades fuera»

«Hay más posibilidades fuera»
«Hay más posibilidades fuera»larazon

BARCELONA– «Puede que no lleguemos económicamente. Sabemos que es más caro, pero merece la pena intentarlo si con ello se facilita a nuestra hija encontrar trabajo en el futuro». Ángel Robres observa con paciencia, entre decenas de jóvenes adolescentes, cómo su hija Andrea se interesa por el programa de varias universidades británicas. Se encuentran en el gimnasio del British School de Barcelona (BSB) en Castelldefels, donde Andrea está estudiando Bachillerato.

Allí se concentraron durante la mañana del pasado miércoles y, a modo de feria, representantes de las universidades de Birmingham, Bristol, City, Essex, Leicester, Plymouth, Reading, Southampton y Sussex.

Nuevas oportunidades
Ésta es una reunión que, por segundo año consecutivo, tiene como objetivo dar a conocer cuáles son las oportunidades educativas del Reino Unido y sus requisitos de acceso.

«Hoy por hoy nos parece muy conveniente hacerlo. Andrea cambió de un instituto español a uno inglés tras la ESO para poder tener más oportunidades. Si se marcha a estudiar quizá luego le sea menos complicado encontrar trabajo porque aquí, por lo que vemos, no hay», lamenta Ángel. Su hija se convertiría así en la «pionera familiar» en estudiar un grado universitario en el extranjero.

Y es que, no solamente lo que ahora podría entenderse como un exilio laboral hacia el resto de Europa afecta a los jóvenes. A día de hoy algunos adolescentes optan por avanzarse con el éxodo universitario y para tratar de allanar el camino al, hoy por hoy, codiciado puesto de trabajo.

El representante de la Universidad de Essex, Adam Armstrong, confirma la tendencia actual. «Aunque tenemos un elevado índice de alumnos internacionales, en los últimos años hemos notado un incremento de solicitudes de estudiantes de España, Portugal o Grecia, quizá movidos por la crisis económica», afirma Armstrong a LA RAZÓN.

Estudiar fuera no es barato. En la explicación que ofrecieron a los chavales los representantes de la UCAS (la organización donde se registran las solicitudes), se manejan cifras de financiación que superan las 25.000 libras (unos 30.000 euros) sin contar gastos personales y de manutención. No obstante, el sistema universitario británico permite devolver los préstamos estudiantiles pagando un 9 por ciento mensual de salarios que superen las 21.000 libras anuales (unos 25.000 euros).

Por otra parte, también existe la posibilidad para los estudiantes de pagarlo hasta trece años después de haber finalizado los estudios universitarios. Todos estos instrumentos son diferentes facilidades que, según explica Armstrong, «ayudan al acceso en nuestro sistema educativo» .

Aunque el Govern no tiene constancia del número exacto de estudiantes que optan por estudiar grados en el extranjero, el trasiego de catalanes hacia otros países es elevado. En el curso 2009-2010, un total de 4.453 jóvenes participaron en alguno de los programas de movilidad, mientras que 6.153 extranjeros vinieron a estudiar aquí. En el mismo curso, 3.205 jóvenes se beneficiaron del programa Erasmus (para aterrizar especialmente en universidades de Italia e Inglaterra), mientras que aquí estudiaron 3.793 foráneos.

Inspiración cinematográfica
Que Barcelona es un «paraíso Erasmus» no es ninguna novedad. Hace unos años la actriz francesa Audrey Tautou lo escenificó mejor que nadie en la película que a más europeos ha atraído a la ciudad, «L'auberge espagnole» ( «Una casa de locos», 2002).
Según los datos de la secretaria de Universidades, los italianos ocupan en la actualidad el podium de extranjeros que deciden estudiar en la Ciudad Condal, seguidos por los franceses, alemanes, portugueses y, finalmente, británicos.

 

Andrea Robles
16 años

«Está bien estudiar en España, pero mi sueño es estudiar en el extranjero y trabajar fuera. Mi futuro aquí está muy crudo. La situación económica no ayuda, aunque no descarto volver después de mis estudios».

Víctor Autonell
17 años

«Viví en Inglaterra hasta los cuatro años y quiero volver para terminar mis estudios allí. No lo hago movido por la crisis; me gusta más el sistema universitario británico. Tengo la impresión que es más específico».
 

Tatiana Ignatova
16 años

«Estudiar en Inglaterra ofrece mejores posibilidades aunque te pongan más trabas. Me gustaría estudiar Medicina. Aquí veo la situación muy mal, así que me marcho para después poder trabajar en Moscú».


Nick Walsh
16 años

«Toda mi familia está en Inglaterra. Mis dos hermanas estudiaron en Cambridge y yo quiero seguir la tradición, aunque tampoco me importaría marcharme a Edimburgo, es mi mejor opción».