Cristina Garmendia

En velero por encima del volcán

Un francés cruza sin saberlo la mancha volcánica de El Hierro

La mancha volcánica tiene ya un diámetro mayor que el de la propia isla, como muestra el satélite
La mancha volcánica tiene ya un diámetro mayor que el de la propia isla, como muestra el satélitelarazon

Madrid- «Llevaba tres semanas navegando y no sabía nada de una erupción volcánica. El mar estaba tranquilo y tenía un color precioso, pero no olía a nada en especial». Así contaba ayer a LA RAZÓN el fotógrafo francés Michel Milant, de 60 años, su llegada a La Restinga. Por desconocimiento, se saltó las medidas de seguridad y zonas de exclusión y, en su travesía desde Cabo Verde a Tenerife, cruzó en su velero la mancha turquesa y marrón del sur de El Hierro. La Guardia Civil le encontró y le trasladó a la residencia de estudiantes de Valverde junto con otros evacuados. «Ahora está más tranquilo. Cuando llegó, pensaba que lo iban a detener», comentaban algunos vecinos con los que ahora comparte techo con el navegante. Una vez pasado el susto, piensa quedarse «unos días» para presenciar los efectos del volcán submarino.
La historia de Milant fue ayer la anécdota en El Hierro, en una jornada marcada por la incertidumbre de los vecinos. Su vuelta a casa se pospuso hasta hoy, y será también hoy cuando se abra el famoso túnel de Los Roquillos, si los científicos no detectan novedades. Pero ayer había división de opiniones. Algunos habitantes no piensan regresar a La Restinga. Es el caso de Loli Hernández, que se quedará en El Pinar. «Aunque lo autoricen, no volveré; tengo un niño y no se puede vivir pendiente de una sirena», contaba ayer. Otros, como la austriaca Natalie Burgholzer, propietaria de un supermercado, volverán para evitar más pérdidas: «Me aseguran que, si hay una emergencia, tenemos siete horas de margen. Así, por lo menos, podré abrir. No sé si tendré alguien a quien vender, pero ya he tenido que regalar un palé de fruta fresca».
A falta de saber las consecuencias de estos movimientos, la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, anunció ayer la puesta en marcha de un plan de tres años para estudiar la situación sísmica de Canarias. De acuerdo con la ministra, El plan pretende «anticipar, en la medida de lo posible, cuáles pueden ser los movimientos y cuáles las repercusiones».