No miente

Pepe Mel fue delantero goleador y, ahora, además de entrenador de éxito, se ha revelado como escritor. Acaba de publicar su primera novela «Mentiroso», una historia humana en la que él mismo tiene cierto protagonismo.
Mel llega al frente del Betis al Bernabéu y de sus declaraciones no se le puede tildar de mentiroso. Ha dicho lo que cree. Es de los deportistas que piensa en la posibilidad del triunfo. Si corriera los cien metros contra Usain Bolt, previamente no diría que iba a perder. Esta temporada parece que va a crecer la idea de que Real Madrid y Barcelona no jugarán solos. Mel logró el ascenso del Betis, club en delicada situación accionarial y consecuentemente económica, y consiguió salvar con sus jugadores todos los escollos. En etapa tan dura tuvieron al lado a Rafael Gordillo, emblema bético e imagen en la que, seguramente, se fija Vadillo, el chavalín que Mel pretender convertir en estrella.
Mel tiene antecedentes madridistas, pero a un delantero centro anterior a él, Manuel Fernández y Fernández-Pahiño, quien llevaba libros a las concentraciones, en la Prensa madrileña le obsequiaron un día, tras una dura entrada al barcelonista Biosca, con este repudio: «¡Qué se puede esperar de un individuo que lee a Tolstoi y Dostoyewski»!
Mel podría aspirar a ser un escritor como los rusos citados, y si en fútbol es capaz de anunciar su deseo de ganar en el Bernabéu, en literatura no sería extraño que acabara aspirando al premio Planeta.
Posdata. Amaya Valdemoro se ha fracturado las muñecas. Su lesión la padece la Selección española. Es la Gasol femenina.