El buen sexo por Marina CASTAÑO

Soy fan incondicional del deporte en cualquiera de sus facetas, y voy predicando con el ejemplo ante amigos y familiares. Un cuerpo que practica actividad física tiene menos probabilidades de problemas físicos que afectan a personas sedentarias, como la mala circulación de la sangre y, en general, problemas cardiovasculares, exceso de peso que deriva en problemas como la diabetes, y, sobre todo, una actitud ante la vida diferente, con falta de energía y optimismo. También de vigor sexual, cosa comprensible: la buena circulación incide en las erecciones masculinas y femeninas. Sí, femeninas, porque el clítoris, que es un pequeño pene, también se endurece con la excitación, y depende del flujo sanguíneo. En definitiva, un pene erecto es un miembro cargado de sangre, en términos que permiten que todos nos entendamos. Las personas sedentarias, que consumen tabaco y alcohol tienen una vida sexual más pobre, porque ese ritmo les va inhibiendo la circulación. El ejercicio frecuente permite que el organismo funcione mejor. Es una forma de mantener joven el sistema muscular, de sentirnos en forma. La agilidad provoca sensaciones de euforia y buen humor, y sólo se logra con un entrenamiento frecuente. La buena salud, el buen sexo bien merecen un hueco en nuestro día a día para el deporte.