n su blog señala que el presidente del PP-A, Javier Arenas, muestra «un profundo sectarismo» en su «silencio cómplice» y «ha tratado de esconderse para no enfrentarse a una crítica que esconde un profundo desprecio y una negación de los derechos y la capacidad normativa de Andalucía».

En esta línea, Jiménez dice que las voces «más broncas de la derecha de Andalucía las que se han arremolinado para criticar esta medida, para tildarla de ofensiva y discriminatoria», algo que demuestra «que la sombra de aquel régimen que nos atenazaba aún es alargada, porque todavía cobija a espíritus cobardes que se muestran comprensivos con aquella maquinaria del terror».

«Se trata de un reconocimiento histórico, un gesto que la sociedad andaluza aún tenía pendiente con unas mujeres cuyo testimonio fue durante años silenciado» lamentó el portavoz parlamentario del PSOE-A, «unas víctimas en la sombra que, además de ser perseguidas y maltratadas, fueron sometidas al escarnio público, a la burla y la humillación, con el único propósito de sembrar el miedo entre sus semejantes».

Según Jiménez, «le pese a quien le pese, Andalucía ha hecho memoria en cumplimiento de sus leyes. Los socialistas andaluces hemos impulsado este gesto en recuerdo de aquella realidad y para mostrar el mayor de nuestros respetos a sus protagonistas».

Por su parte, el vicesecretario general del PP-A, Ricardo Tarno, opinó que los socialistas en Andalucía «están instalados en las políticas del pasado, que miran más hacia atrás que hacia adelante». También criticó al Gobierno andaluz por no centrarse en los «cientos de miles de mujeres y jóvenes que se encuentran en desempleo o en una precaria situación laboral» en la región.

Tarno señaló que «parece que los socialistas no saben hacer otra cosa y cuando ven cerca los procesos electorales miran hacia atrás», sentenció.