Lima ataca «El mal de la juventud»

Estamos en Viena, años 20. Es el difícil periodo de entreguerras, pero la ciudad hierve de hedonismo. Son los felices años del charlestón, el cabaret, el jazz y en ella se vive la liberación sexual, el alcohol, las drogas.... Es el momento de las vanguardias y del psicoanálisis.

Bruckner –seudónimo de Thedor Tagger– hace un retrato expresionista de la juventud vienesa de la época a la vez que disecciona el mal de una sociedad que se encuentra sin referencias, desorientada y decadente en un tiempo de radicalidad y de crisis que ya avista el incipiente nazismo. Un grupo de estudiantes de medicina explora la vida en toda su intensidad: la moral, el amor la ambición, la prostitución, el sexo... Inmersos en un juego de excesos autodestructivos y de dependencia mutua, buscan todos ellos una salida que dé sentido a sus vidas en esa sociedad que parece que ha perdido el rumbo y no encuentra su norte. Este retrato de la juventud encumbró a su autor cuando fue estrenada la obra en 1926.

Andrés Lima (Madrid, 1961), uno de los directores más sólidos y creativos de la escena actual, se muestra entusiasmado con la obra: «Me gusta mucho porque se trata de un gran texto y muy moderno, no desde el punto de vista sólo emocional, sino también histórico». Para él, «la obra retrata lo que de bello y de profundo hay en la juventud, un espejo donde mirarse. Refleja las pasiones de la vida en una época en la que surgen las dudas y la angustia existencial y se lucha por encontrar una salida hacia el futuro». Y añade: «La obra posee un corte psicoanalítico enorme, es un estudio personal del alma humana». La juventud pasa por la enfermería buscando una salida: ¿aburguesarse o suicidarse?
 

DÓNDE: Teatro de La Abadía. Madrid.

CUÁNDO: hasta el 28 de noviembre.

CUÁNTO: 20 euros.